La riqueza de un territorio que se puede paladear

Los vinos son otra de las grandes riquezas de la provincia, y que juegan un papel muy importante en el sector agroalimentario tarraconense. En la demarcación conviven ocho denominaciones de origen: DO Penedès, Conca de Barberà, Tarragona, Montsant, Terra Alta, Catalunya y Cava, además de la DOQ Priorat, y que suman nueve si también se tiene en cuenta la pertenencia del municipio de Vallfogona de Riucorb (Conca de Barberà) a la DO Costers del Segre.

«Tanto en la provincia, como en Catalunya, el valor es la diversidad. Poder encontrar todo tipo de vinos es uno de los puntos fuertes del territorio», explica el decano de la Facultat d’Enologia de la Universitat Rovira i Virgili, Joan Miquel Canals. 

El Institut Català de la Vinya i del Vi (INCAVI), organismo autónomo adscrito al Departament d’Agricultura destaca, a través de su página web, «que la denominación de origen garantiza no solo el origen geográfico, sino también la calidad del vino, y que está elaborado a partir de unas determinadas variedades, y con prácticas vitícolas, enológicas y de envejecimiento establecidas previamente».

Desde el mismo organismo se hace hincapié en que «en cada una de estas zonas, la geografía, el clima y las variedades de uva hacen que los vinos elaborados en Catalunya sean variados entre ellos, pero con un denominador común: productos de calidad gracias a la dedicación y el afán de superación de los productores y elaboradores».

Un esfuerzo que saben reconocer los consumidores y que, según el Institut Català de la Vinya i del Vi, ha propiciado que «el vino sea uno de los productos estrella para el consumidor, que valora el trabajo que hay detrás de cada botella y quiere conocer todas sus propiedades».

En la provincia, muchas bodegas han conseguido cosechar numerosos éxitos a nivel nacional e internacional, y ser una referencia para los consumidores que no pierden detalle de publicaciones como la Guia de Vins de Catalunya, la Guía de Vinos Gourmets, la Guía Peñín de los Vinos de España o la Lista Parker.

Sobre el consumo de vino, Joan Miquel Canals, opina que «también existe un consumidor que prefiere beber menos pero vinos de más calidad». «Bajo esta perspectiva, para estos consumidores el precio deja de ser un objetivo, aunque también hay que lograr que la gente que no bebe vino descubra este mundo». 

Valor añadido

Para el decano de la Facultat d’Enologia de la URV, la riqueza vinícola de la demarcación pasa también por «embotellar todo aquello que pueda diferenciar unos vinos de otros». Una tendencia que, más allá de centrarse en las variedades de uva, también pasa por aprovechar el turismo que visita el territorio y abrirse a nuevos mercados emergentes.

Las experiencias enoturísticas en la provincia se han convertido en el mejor compañero de viaje de cada vino. Propuestas que hacen de la experiencia y la trayectoria de las bodegas un reclamo para atraer a todo tipo de amantes del mundo del vino, además de los enamorados del paisaje, la naturaleza, la cultura, el patrimonio y la tradición.