La segunda ola deja el peor final de año económico en décadas

Las restricciones por la Covid-19 y el cierre de negocios vuelven a frenar el consumo

05 diciembre 2020 19:08 | Actualizado a 06 diciembre 2020 09:26
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El impacto de la segunda ola del virus en España ya lo están notando en sus cuentas los autónomos cuyos negocios han tenido que cerrar por las restricciones de muchas comunidades autónomas, miles de trabajadores que han vuelto al ERTE -o no han podido salir de él- y grandes empresas cuya demanda de productos se ha vuelto a ver alterada como ocurrió en marzo y abril.

Por tanto, tendrá una consecuencia directa en el dato de PIB de final de año. Aunque la ministra de Economía, Nadia Calviño, se esfuerza por apostar por un crecimiento económico en el cuarto trimestre, son varios los organismos que reconocen que al rebote del tercero le seguirá una caída. El último, la OCDE, que asegura que España verá caer su PIB en el cuatro trimestre por los rebrotes del coronavirus y las medidas de restricción, y aunque no dan una cifra concreta, alertan de que las consecuencias más duras las sufrirá el turístico y el comercio.

Pero no son los únicos. Aunque Funcas ha revisado ligeramente al alza el dato del PIB para 2020 por la sorpresa positiva del tercer trimestre, actualiza a la baja la previsión para 2021 porque proyectan una caída de octubre a diciembre del 3%. El descenso del sector servicios por las restricciones son la razón fundamental. Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, explica que sus indicadores demuestran que el cuatro trimestre cerrará en negativo por las restricciones aplicadas, que han impactado directamente en la hostelería y el pequeño comercio, y por la caída de la demanda por la incertidumbre, un «ahorro precautorio» que «lastra la recuperación».

El sector servicios sufrió en noviembre la mayor contracción desde mayo 

En este sentido, el dato más actualizado es el índice PMI de la consultora IHS Markit, que indica que el sector servicios sufrió en noviembre la mayor contracción desde mayo por el cierre de negocios en muchas ciudades. Reconoce que esta caída supondrá «una nueva ronda de pérdidas de puestos de trabajo». Las esperanzas siguen puestas en la vacuna, que según este informe ha impulsado la confianza empresarial hasta su nivel de optimismo más alto en dos años.

Hay otras predicciones más optimistas, como las obtenidas a través del modelo en tiempo real de la Autoridad Fiscal (AIReF), que este mismo viernes actualizaban su previsión de PIB para el cuatro trimestre al +1,1%.

De lo que no hay duda es de que la economía española está a punto de cerrar 2020 con la peor recesión en tiempo de paz, con una caída del PIB anual que rondará el 12%. «Afortunadamente, y a diferencia de otras recesiones, sus efectos pueden ser más transitorios y la recuperación más rápida», asegura Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research. Según sus cálculos, tras un descenso del PIB del 22,1% en el primer semestre, después creció un 16,5%, por lo que la actividad se sitúa un 9,1% por debajo de 2019, es decir, se ha recuperado el 60% del PIB perdido entre marzo y abril.

Hay factores que hacen pensar que esta segunda ola no está afectando a la economía, ni de lejos, como la primera. Según el Ministerio de Asuntos Económicos, el consumo de energía eléctrica o la capacidad productiva de las empresas están prácticamente en niveles precovid.

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