Millón y medio de empleos, en el aire este año por la incertidumbre sanitaria

Miles de trabajadores están a tiempo parcial o continúan en ERTE, una vía que aumentará las próximas semanas por las restricciones de actividad por la Covid

12 octubre 2020 07:50 | Actualizado a 12 octubre 2020 08:04
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Con la temporada turística dada por finiquitada casi en pleno mes de agosto, el invierno laboral que se avecina plantea un panorama sombrío para miles de ciudadanos: los que ven peligrar los negocios donde trabajan; los que desconocen cuál será el futuro del ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) en el que están inmersos; o los que ya están en el paro y no atisban una luz para encontrar otro puesto a medio plazo. Cuando finalice el año habrá 1,5 millones menos de trabajadores en activo que cuando comenzó este año, por la crisis derivada del coronavirus.

Será la mayor sangría laboral registrada desde la anterior recesión económica tal y como el Gobierno ha previsto al actualizar su cuadro macroeconómico, que sirve como base para preparar los Presupuestos del Estado.

El Ministerio de Economía prevé un descenso del 8,4% en el número de ocupados. El departamento dirigido por la vicepresidenta Nadia Calviño realiza este cálculo sobre el número de ocupados de 2019, según la fórmula de la contabilidad nacional del INE: la que mide los empleados que hay en España a tiempo completo y que, efectivamente, están trabajando y no están acogidos a las medidas de protección social o con jornadas parciales.

Con estos parámetros, Funcas calcula que 2020 cerrará con unos 1,6 millones menos de trabajadores. Y que en 2021 el mercado se recuperará con 500.000 empleados. En cualquier caso, muchos menos de los puestos perdidos este año. Esta realidad contrasta con las cifras de afiliación que viene sumando la Seguridad Social de forma continua desde abril.

Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, aclara esta distorsión estadística con tintes de realidad: Se está expandiendo la reducción de jornada entre muchos trabajadores y los empleados acogidos a ERTE», explica. «Y estos ciudadanos no aparecen en los registros de la EPA o los de cotizantes», aclara.

Son los «parados invisibles», tal y como los denomina el director de Randstad Research, Valentín Bote. «Si vemos las cifras de afiliación parece que el 47% de los empleos perdidos en las primeras semanas de la pandemia ya se han recuperado, cuando técnicamente no es así», explica.

Bote recuerda que a los 730.000 acogidos a un ERTE en la actualidad hay que añadir el millón y medio de autónomos que siguen con sus negocios abiertos, pero que son perceptores de la ayuda por cese de actividad. «Es decir, empresarios cuya facturación se ha desplomado y cuyo futuro es incierto aunque sigan dados de alta en el sistema», sostiene.

El panorama para el colectivo que suma miles de ciudadanos en ERTE vislumbra «nuevas incorporaciones en las próximas semanas», anticipa Valentín Bote. Lo hace atendiendo a la situación por la que atraviesa la pandemia: restricciones como las de Madrid -afectan a casi cinco millones de personas- así como numerosos brotes en otras ciudades y municipios de menor tamaño.

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