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La planta de combustible de Repsol, activada en Tarragona en 1975, para entre hoy y mañana por primera vez en sus 45 años de actividad por un exceso de stock provocado por la parálisis mundial a que ha obligado la pandemia. La refinería, especializada en la fabricación de queroseno (combustible para aviones), debe frenar su producción para equilibrar la oferta y la demanda del mercado.
Fuentes de la compañía han asegurado que la medida viene condicionada por la saturación de producto en el mercado y ello ha motivado que la dirección de la petroquímica haya optado por cerrar la producción durante unos 20 días (cálculo inicial de la compañía) a la espera de que una vuelta a la normalidad que recupere la actividad y se genere nueva demanda.
La parada de la refinería no afecta al resto del complejo de Repsol, que seguirá la actividad industrial prevista. Pero en el caso de la refinería se dejará de producir durante casi tres semanas.
La plantilla, pero, no se verá afectada en ninguna medida por esta decisión empresarial. Repsol asegura que la parte de los 1.400 empleados de la compañía en Tarragona que trabajan en la refinería aprovecharán estos 20 días para permisos, horas de formación y otras funciones que no requieren de la actividad de producción de combustible de la petroquímica.
La refinería de Repsol será la única que pare en España, al ser la especializada en queroseno, puesto que las otras elaboran derivados el petróleo que no han sufrido un exceso de oferta en el mercado y por tanto pueden seguir generándose. Eso sí, en cada refinería se ha llevado a cabo un plan de ajuste para no saturar la oferta.
Repsol confía en que con la entrada de la nueva normalidad, todos los sectores reactiven su actividad y por tanto, el consumo de combustible permita recuperar la actividad productiva anterior a la pandemia del Covid-19.
