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La mitad de las empresas tienen la intención de preservar el empleo de cara a los próximos meses después de que un 20% de ellas se hayan visto obligadas a aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por casusas económicas, técnicas u operativas; un 19% por fuerza mayor; y un 19% de reducción de jornada. Así lo indica el informe «Conversaciones: Remuneraciones y el Covid-19», elaborado por KPMG en España.
Un 27% de las compañías que han llevado a cabo esos ERTE han decidido complementar los salarios, lo cual ha supuesto para ellas un importante esfuerzo en el contexto actual, y revela, por otra parte, su preocupación por mantener el poder adquisitivo de los trabajadores afectadas por los expedientes. En este sentido, un 36% de las compañías han complementado el salario hasta el 100%.
De cara a los próximos seis meses existe una gran incertidumbre, y casi el 60% de los negocios consideran que, durante este período, las remuneraciones tendrán que bajarse o congelarse. Por el contrario, tan solo el 4% creen que se verán incrementadas.
Un 37% de las firmas aseguran que se seguirán congelando los incrementos salariales de toda la plantilla, el 18% consideran que no se llevarán a cabo más ajustes a la baja, y el 14% de las empresas prevén que se producirá una reducción de la compensación total en general para toda la plantilla.
Por otra parte, un 37% de las empresas han cancelado proyectos no esenciales; un 34% han paralizado contrataciones; un 32% han dejado aparcada cualquier alza salarial; un 27% han modificado las condiciones de trabajo; y otro 27% han anticipado vacaciones. Además, un 21% han ajustado remuneraciones de consejeros y altos directivos, y un 18% han cancelado contratos con subcontratistas. Solo un 31% admiten haber mantenido el negocio ordinario, y, por tanto, las remuneraciones de las plantillas.
