Valencia, 30 de julio de 2021.- El Grupo CaixaBank obtuvo en el primer semestre del año un beneficio ajustado sin extraordinarios asociados a la fusión de 1.278 millones de euros, frente a los 205 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior, que estuvo lastrado por las fuertes provisiones constituidas para anticiparse a los impactos futuros asociados a la Covid-19.
El resultado atribuido, que incluye únicamente la aportación de Bankia a partir del segundo trimestre, se sitúa en 4.181 millones de euros, incorporados los impactos extraordinarios asociados a la fusión. La integración supone una aportación positiva neta a efectos contables de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio o badwill, y una negativa de 1.397 millones por el coste del proceso de reestructuración de personal y otros gastos asociados a la integración.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha destacado que la entidad “ha completado con éxito la primera fase de la fusión, después de presentar un muy buen resultado semestral y de haber alcanzado un acuerdo laboral para la reorganización de la entidad”.
En este sentido, Gortázar ha puesto en valor que, “en un entorno todavía complejo y en plena integración, hemos conseguido mantener nuestra fortaleza de balance, con las mejores tasas de morosidad de la gran banca en España, y un elevado ritmo de actividad comercial”.
El consejero delegado ha valorado el fin de la limitación del BCE al pago de dividendo y ha señalado que CaixaBank cuenta “con niveles muy confortables de capital y una excelente gestión del riesgo, y, por ello, es prioritario retomar una remuneración adecuada para nuestros accionistas”.
Además, ha puesto en valor que la entidad mantiene cuotas de mercado en torno al 25% en España en los principales productos, como fondos de inversión, depósitos, y créditos a hogares y empresas.
Fortaleza de balance tras concluir la primera fase de la integración