Cartodelta entra en el comercio electrónico

La empresa de embalajes de cartón ondulado de Amposta diversifica sus líneas de negocio

16 noviembre 2020 08:03 | Actualizado a 22 febrero 2021 18:35
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Cartodelta acelera en su transformación digital. Con una inversión prevista entre finales de este año y el próximo 2021 de alrededor de un millón de euros en nueva maquinaria y mejoras de producción, el objetivo estratégico a corto plazo de esta empresa de Amposta dedicada a la fabricación de envases y embalajes personalizados de cartón ondulado pasa por transitar hacia la fábrica conectada, entrando de lleno en la Industria 4.0 y permitiendo, entre otras cosas, un control de todas las máquinas en tiempo real a partir de su conexión a sistemas de gestión en la nube.

Más herramientas para seguir creciendo en la que ha sido su propuesta de valor desde su fundación en el año 1990: la personalización con series cortas y diseños a medida de las necesidades de cada cliente. La base es el cartón ondulado. A partir de ahí, las combinaciones son infinitas: cajas impresas, con color, troqueladas, de formas especiales...

Con cuatro naves y 15.000 metros cuadrados construidos en el polígono industrial Les Tosses de Amposta, Cartodelta -que emplea de forma directa a 63 personas- consume unos 12 millones de metros cuadrados de cartón ondulado al año, que transforma en envases y embalajes con alrededor de un millar de diseños distintos, en series que pueden llegar a personalizarse a partir de un consumo mínimo de 400 metros cuadrados de cartón.

«Pretendemos ser un proveedor global de embalaje», resume Josep Maria Profitós, director general de esta empresa. Con esta idea en mente, no podían dejar de lado un segmento de mercado claramente al alza, en especial tras el estallido de la pandemia global de Covid-19: el comercio electrónico.

Fue a principios del año pasado -coincidiendo con la puesta en marcha de un relevo generacional en esta empresa que culminó con la jubilación de sus socios fundadores a finales de ese mismo año- que Cartodelta empezó a explorar las posibilidades de entrar en el e-commerce, como proveedor de embalajes para todas aquellas empresas que han decidido buscar en este canal una vía para ampliar o mantener sus ventas.

Tras un arranque tranquilo, todo se aceleró con el estallido de la pandemia y los meses de la Gran Reclusión, cuando el comercio electrónico disparó su demanda como nunca antes y no pocos comercios tradicionales vieron en esta vía la única forma de seguir generando ingresos.

A diferencia de los embalajes personalizados que fabrican para clientes de ámbitos tan diversos como el agroalimentario, químico, farmacéutico, automoción o mobiliario del hogar, los que se destinan al canal del comercio electrónico sí cuentan con estándares.

El mercado de esta empresa abarca de València a Girona, con grandes zonas de Aragón.

«Personalizamos los embalajes para cada cliente -explica Profitós-, a excepción de los destinados al comercio electrónico». Aquí, los operadores logísticos y las empresas de paquetería condicionan y mucho los formatos, con tarifas que varían en un rango muy concreto, y a los que se han adaptado en Cartodelta. «Tenemos las medidas que se ajustan a los requisitos de los transportistas -prosigue el director general de esta empresa-, y que en nuestro caso son el formato mini, pequeño, mediano y grande».

Cartodelta invertirá alrededor de un millón de euros entre finales de este año y principios de 2021 en nueva maquinaria y mejoras de producción

La eclosión del comercio electrónico en perfiles de negocios donde hasta hace poco Cartodelta no estaba presente (pequeños comercios, microempresas y empresas con el cien por cien de sus clientes en canales presenciales) ha llevado a esta empresa a estructurar su oferta de embalajes destinados a e-commerce en paquetes de 20 cajas al detalle, con los que se cubren las necesidades de esos envíos puntuales que puede estar haciendo un pequeño comercio.

Pero su rango de clientes es mucho más grande: «Servimos cajas para e-commerce a pequeños clientes, como es el caso de los pequeños comercios, pero también a grandes clientes que consumen entre 10.000 y 15.000 cajas cada quince días», explica Josep Maria Profitós.

Evolución

Con una facturación esperada de unos 7,5 millones de euros al terminar el presente 2020, este habrá sido el primer ejercicio en el que la línea de negocio de embalajes destinados al comercio electrónico entre en la cuenta de resultados. Pese a que se empezó a explorar este mercado en 2019, no ha sido hasta el pico de demanda experimentado con la pandemia y los confinamientos que esta área ha cogido dimensión.

La personalización de diseños ha sido siempre la gran propuesta de valor de esta empresa

Si se cumplen las previsiones, los embalajes destinados al comercio electrónico serán responsables este año de entre un 8% y un 10% de su facturación, y podrían alcanzar entre el 12% y el 14% a lo largo del año que viene.

A pesar de su importante crecimiento, a día de hoy es todavía «una línea de negocio alternativa -aclara Josep Maria Profitós-, una forma de sustituir otros mercados, pero una línea más entre las que tenemos». No es la primera transformación que acomete esta empresa en su historia.

Tras empezar a inicios de la década de los noventa con la fabricación de cajas destinadas a la agroindustria e incorporar algo más tarde el sector del mueble (donde la proximidad del cluster de La Sénia ha sido un aliado), se especializaron luego en grandes formatos destinados al sector de la construcción (embalajes para bañeras, hidromasajes, mamparas de ducha...).

Entre los objetivos estratégicos de esta empresa a corto plazo está avanzar en la transición digital y la incorporación a la Industria 4.0, con la conexión de todas sus máquinas a la Internet de las Cosas

El estallido de la burbuja inmobiliaria a partir de 2008 les hizo buscar nuevos mercados en sectores como el industrial, la automoción, la química o la farmacéutica. Ahora es el turno del comercio electrónico.

Claves

  • Servicios auxiliares
    En 1990, tres trabajadores de una empresa del Baix Ebre dedicada a la fabricación de cartón ondulado (Antonio Arco, Juan Richarte y Francisco Barrera) montaron en Amposta una pequeña empresa para el montaje de cajas de cartón ondulado con la que prestaban servicios auxiliares a la empresa de la que procedían, en un proyecto que hoy recibiría el nombre de intraemprendedor.  
  • Cartodelta vuela sola
    Pocos años después, con la incorporación al proyecto de María José Rojas, Montserrat Fernández y María del Carmen Fernández, Cartodelta empezó a elaborar sus propios diseños de embalajes para otros clientes. Cartodelta pasaba de ser una empresa auxiliar con un único cliente a un fabricante con una cartera de clientes diversificada.
  • Relevo generacional
    El 31 de diciembre de 2019, el grupo de socios fundadores decidió jubilarse, delegando la gestión a una nueva dirección general.

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