Carlos Aso: «España tiene un déficit en educación financiera»

Carlos Aso es director general del Grupo Andbank. Esta semana estuvo en Tarragona, donde la entidad financiera que dirige presentó su nueva oficina de banca privada para el Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre.

Se presentan como un banco familiar. ¿Qué implica eso?

Generar un ADN que va bajando de arriba hacia abajo es muy positivo para la empresa, porque es una cultura de mucho más largo plazo. En la estrategia del banco hay una visión de décadas, y eso es lo que hace que no seamos un banco de campañas sino de asesoramiento, porque no estamos pensando en el trimestre, y eso se nota, desde el consejo de administración hasta el cliente a pie de calle.

Prestan servicios de banca privada, pero dicen no tener producto propio. ¿Por qué?

Debo decirle que tenemos algo de producto propio, pero no llega al 10% de nuestra oferta, y es en aquello en lo que consideramos que aportamos. Siempre hemos puesto el acento en la ausencia de conflicto de interés, cosa que hemos trasladado a los clientes y a los empleados, y nos ha ido muy bien. La filosofía de recomendar cosas, sean de quien sean, simplemente porque consideramos que son adecuadas para ese cliente, nos ha ayudado a atraer talento.

¿Cómo?

Porque esos profesionales no tendrán un conflicto de interés con objetivos perniciosos de venta, y podrán dedicarse a lo que mejor saben hacer, que es asesorar.

¿Hay una cultura de banca andorrana que explique eso?

Somos un banco español, aunque nuestro origen esté, ciertamente, en Andorra, con un 15% del negocio del banco allí. Le diría que la especialización en banca privada da una manera de hacer y de acercarte al negocio, y más que en el origen pienso que es en la especialización donde está la clave. Ese know how en mercados, patrimonios... eso te lo da la historia del banco, siendo a fecha de hoy un banco español, que tiene también banca en Luxemburgo, para diversificar los intereses de los clientes por el riesgo país.

Pero no todo el mundo puede ser cliente suyo. ¿A partir de qué patrimonio consideran que tiene sentido serlo?

Entre los 200.000 y los 500.000 euros.

Y eso, en banca privada, ¿es mucho, poco...?

Diría que esta cifra está en la parte media-baja. Podemos estar ahí gracias a tener buena tecnología y escala, atendiendo a personas en banca privada que otros no podrían atender, porque necesitan uno o dos millones de euros mínimo para ser capaces de ello.

¿Cómo encaja todo esto con el auge de las Fintech? Andbank ha impulsado MyInvestor, donde uno puede acceder, sin barreras de entrada, a fondos indexados antes sólo al alcance de esos grandes patrimonios...

MyInvestor es, precisamente, la democratización del servicio de inversión para esos clientes que no llegan o pueden llegar a los 200.000 euros de patrimonio. Se dirige a un cliente más joven o que no puede acudir a un asesor. Y, entre esos clientes que no tenían opción de ir a una sucursal, hemos tenido un crecimiento buenísimo, que ha llevado este año a MyInvestor a tener su propia licencia bancaria (del Banco de España), pero donde Andbank tiene todavía el 60% del accionariado.

¿Hasta dónde llegará la autonomía de MyInvestor?

Estamos dándole vida propia y trabajando para reforzar la estructura y el consejo de administración del banco, para que pueda irse ‘separando del cordón umbilical’.

Con los tipos de interés al alza, ¿qué futuro les espera a estos roboadvisors que basan buena parte de su propuesta de valor en las bajas comisiones?

Si hablamos de MyInvestor, le diré que no es solo un roboadvisor, sino también un One Stop Shop (ventanilla única) de inversiones, con una cuenta remunerada que, con tipos altos, le permite captar clientes y dinero. Eso es lo que hace que sea una Fintech muy beneficiada por el entorno de tipos, lo que ha hecho que este año haya entrado ya en beneficios.

Impulsar esto, ¿no ha sido crearse su propia competencia?

Como le decía, el Grupo Andbank tiene la mayoría de MyInvestor, y eso ha sido la clave para hacerlo crecer. Para MyInvestor ha sido positivo tener a Andbank detrás, pero a la inversa, también ha sido positivo para la marca Andbank, porque nos da más fuerza y solvencia con inversores y clientes.

Insisto: si yo puedo comprar hoy fondos indexados de Vanguard o iShares sin barreras de entrada y con comisiones mínimas, ¿qué sentido tiene hoy la banca privada?

Lo tiene, porque la mayoría de lo que hacemos es asesoramiento. El cliente necesita un especialista que le diga que ahora es el momento de value, de growth, de Letras del Tesoro... ¿Sabe que ayer estaba pagando más una letra de Alemania que de España?

Es el efecto que ha tenido sobre el precio de la subasta toda la gente que se ha lanzado a comprar deuda pública en España... ¿Es así?

Efectivamente. Asesorar sobre este tipo de cosas es lo que hacemos. Además, hay una parte no financiera, que también es muy importante: preparar una herencia, una sucesión, un traspaso de negocio, elaborar un protocolo familiar... todo eso también lo hacemos, como servicio a medida.

¿Qué nivel de cultura financiera diría que tenemos, en general, como sociedad? ¿Percibe diferencias entre quienes tienen esos patrimonios más altos?

España, como país, tiene un déficit en educación financiera, y se debería empezar desde las escuelas. Si hablamos de los empresarios, la mayoría de ellos son muy buenos en su negocio, pero también tienen un déficit en educación financiera. Y por eso nosotros, por ejemplo, trabajamos en dar esa educación a la siguiente generación, haciendo un stage, haciendo cosas a medida... y ahí está también la importancia de ser independientes. Pero también desde MyInvestor estamos ofreciendo educación financiera para todas esas personas que no son clientes de banca privada.

Antes hablaba de los efectos que tiene esta renovada atención por la renta fija. ¿Qué escenarios prevé en los mercados financieros?

Nadie esperaba este cambio tan brusco de tipos de interés, con una inflación desmedida ante la cual la única solución era subir tipos. Y, probablemente, tendremos tipos más altos y por más tiempo de lo que esperábamos, con lo cual habrá oportunidades en renta fija, ciertamente. Pero estamos empezando a ver también, en renta variable, que hay mucho valor a captar en estas dislocaciones del mercado, donde todo ha subido en los últimos años.

Y han sido años, también, de proliferación de criptoactivos, especialmente en ese perfil de usuario Fintech...

Las criptomonedas son el exponente de lo que no aporta valor. Por eso nosotros no hemos entrado en el nicho de criptoactivos, porque analizamos lo que hay detrás, el modelo de negocio, aunque la tecnología sí sea valiosa.

Es la tecnología que hará posible el euro digital. ¿Qué papel tendrán los bancos cuando llegue?

El euro digital acabará proporcionando más eficiencia al sistema, pero los bancos continuarán siendo, porque así lo ha dicho el Banco Central Europeo (BCE), la puerta de entrada al sistema. Y lo harán con tecnología, más eficiencia y menos costes.

¿Y no teme que, con la llegada del euro digital, pudiendo ser directamente clientes del BCE, todo el sistema bancario tradicional sea prescindible, o que surjan nuevos actores que lo hagan prescindible?

No, porque los bancos tenemos la confianza, que es la diferencia clave que hace que la mayoría de la gente no confíe en cualquier Fintech. Este es el activo más importante que tiene la banca, y no pienso que tenga que haber ningún cambio abrupto. ¿Habrá nuevos players? Sin duda, pero será un cambio ordenado.