Whatsapp Diari de Tarragona
  • Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
    Diari
    Comercial
    Nota Legal
    • Síguenos en:

    Dinero para Tarragona

    Poner en práctica el programa electoral con el yugo de la deuda no es nada fácil

    12 junio 2023 11:14 | Actualizado a 12 junio 2023 11:17
    Se lee en minutos
    Participa:
    Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
    Comparte en:

    Tarragona necesita inversión. ¿Pero cómo invertir si las arcas públicas están vacías?

    Poner en práctica el programa electoral con el yugo de la deuda no es nada fácil y limita la capacidad de actuación del consistorio. En los últimos años, el equipo de Pau Ricomà ha reducido la deuda y eso está bien, era necesario aunque poco popular. Pero este trabajo aún no ha finalizado y el equipo nuevo no tendrá más remedio que seguir amortizando el pasivo de la ciudad. Tarragona necesitará nuevas fuentes de ingresos y fondos para invertir en sus proyectos de futuro, pero endeudarse más no es la solución.

    La ciudad necesita dinero para construir viviendas sociales, mejorar los barrios degradados, integrar mejor los barrios de Ponent y del interior, poner en valor el Patrimonio histórico o recuperar espacios en desuso para dinamizar los barrios marítimos a través de proyectos como la Rambla del Mar. El sector público (Europa, España, Catalunya) aportará algo pero no será suficiente.

    ¡Qué bonita sería Tarragona con todo su patrimonio renovado y abierto al público! Hay muchos edificios emblemáticos semi-abandonados como por ejemplo el Banco de España, la Tabacalera, la Savinosa, Casa Castellarnau, el Hospital Mare de Déu de la Salut, Ca l’Ardiaca, Mas d’en Sorder, etc. Podríamos inspirarnos en nuestro país vecino Francia, que sabe respetar, cuidar y poner en valor su enorme patrimonio cultural como nadie. Y además resulta que le saca un rendimiento económico.

    Hay varias ideas y debate alrededor de los posibles usos de cada edificio. Pero seamos realistas. Las ideas que generan gastos fijos anuales para la ciudad no son viables. Incluso si el estado cubre la inversión inicial, es esencial evitar gastos recurrentes porque actúan como motores de pobreza que empujan las finanzas de Tarragona aún más hacia el agujero. Lo que necesitamos son motores de riqueza que produzcan ingresos para las arcas públicas.

    Parece que estamos en una situación sin salida, no podemos escapar de nuestra realidad. Volvemos a lo mismo: querer sin poder. Sin recursos no podemos dar los servicios que la ciudadanía merece y pulir este diamante en bruto que es Tarragona.

    Imaginemos que estamos en un escape room. Para salir necesitamos cambiar de perspectiva. Intentamos usar fondos públicos para comprar la salida y nos damos cuenta que los fondos públicos no llegan. Estamos obligados a pensar en una alternativa. Descubrimos que las inversiones privadas pueden generar ingresos y servicios adicionales para la ciudad. Pero también vemos que las inversiones hay que ir a buscarlas y estar dispuestos a negociar un pacto beneficioso para ambas partes. Si logramos esto, se abre la puerta y salimos.

    Entonces puede haber pactos para viviendas, escuelas, la gestión y el mantenimiento del patrimonio, centros lúdicos, oficinas, hoteles, etc. que generen empleo e ingresos para la ciudad.

    No habrá pactos de inversión sin agilidad burocrática y seguridad jurídica. Es importante que los inversores tengan un interlocutor local con una propuesta clara y segura y no pierdan tiempo porque su tiempo es oro.

    Para lograr esto hay que tener muy claro la Tarragona que queremos. A base de esto se puede definir lo que la ciudad desea sacar de cada pacto y lo que puede ofrecer al inversor como contrapartida. Y no olvidamos la gestión. Tarragona necesita un equipo dedicado a la busquéda de inversores para los proyectos de ciudad. Con esfuerzo, imaginación y realismo Tarragona volverá a brillar.

    Armand Bogaarts es emprendedor

    Poner en práctica el programa electoral con el yugo de la deuda no es nada fácil
    Comentarios
    Multimedia Diari