Moda re-: cerrar el círculo con impacto social

Cerrar el círculo de la gestión de la ropa usada y hacerlo, además, con impacto social. Es lo que ha logrado la Confederación Cáritas Española a través de su cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro Moda re-, constituida en marzo de 2020 y que actualmente cuenta con unos 1.300 trabajadores (la mitad de ellos personas en riesgo de exclusión) y una red de 140 tiendas en toda España (de las cuales dos en Tarragona y una más en Reus), además de una veintena de corners en los supermercados Alcampo.

Impulsada desde Catalunya, donde se encuentran alrededor de 500 de sus trabajadores, Moda re- maneja un volumen de ropa recogida cercano a los 44 millones de kilos al año, que ha logrado valorizar al 100% gracias a sus tres plantas de tratamiento en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), Riba-roja de Túria (Camp de Túria, Comunitat Valenciana) y Mungia (Bizkaia, Euskadi).

«Más del 50% de la ropa que recogemos (explica Albert Alberich, director de Moda re-) es reutilizable, una parte aquí, a través de nuestra red de tiendas, y otra para exportación, a la que se añade más de un 30% de ropa que preparamos para su reciclaje y, finalmente, entre un 6% y un 8% que es residuo y no podemos reciclar, porque viene contaminada, con la cual se hace una valorización energética».

Cuenta que, gracias a esta nueva generación de plantas de tratamiento, se ha roto con una dinámica en la que de esas plantas salían «productos de muy poco valor añadido, destinado a la exportación al Sudeste Asiático para producir aislamientos acústicos o de automoción».

Pero «desde que se implantó el sistema de identificación de fibras -explica Albert Alberich-, eso nos ha permitido producir materia prima de nuevas fibras textiles con mayor valor añadido», gracias al reciclaje químico, «que ha sido muy novedoso y ha vivido una explosión últimamente, permitiendo convertir una fibra usada en una nueva fibra».

Sobre la adaptación de la industria de la moda rápida a los nuevos cambios normativos que llegan impulsados por la Comisión Europea, Alberich opina que «seguro que hay una acción derivada de la capacidad normativa de la UE, pero también hay una sensibilización de la industria por caminar hacia esta circularidad, que se dice a sí misma: ‘o nos hacemos circulares, o quedaremos fuera’».

Haber logrado que ninguna de las piezas de ropa que recogen termine en el vertedero (tal y como ocurría hasta que decidieron poner en marcha este proyecto) es uno de los grandes logros de Cáritas con Moda re-, al que se une la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión y el uso de esta nueva red de tiendas, además de para la comercialización de ropa reutilizada, para «dignificar la entrega social de ropa», donde «las personas dirigidas por los servicios sociales pueden elegir la ropa que quieren».

En su opinión, hay mucho recorrido todavía: «En España, apenas hay 200 tiendas de segunda mano gestionadas por entidades sociales, cuando en el Reino Unido hay 11.000 tiendas. Se había estigmatizado la ropa usada, pero tampoco había oferta. Pienso que hemos acercado la ropa usada a un público que hasta ahora no la compraba, y que la sociedad ha cambiado».