Sólo el 16% de las empresas utiliza herramientas de IA en sus procesos de selección

La Unión Europea quiere liderar la regulación de la inteligencia artificial (IA) generativa y conversacional (como ChatGPT o Google Bard) mediante una propuesta legislativa que, de aprobarse en junio en la Eurocámara, permitiría contar, en menos de dos años, con un marco jurídico integral que asegure que estos sistemas son seguros, transparentes no discriminatorios.

En España, el Gobieno se ha fijado como meta que, en ese mismo período, el 25% de las empresas usen tecnología Big Data e IA como parte de la Agenda Estatal Digital 2026, que reúne varias estrategias para favorecer la transformación digital, como impulsar las competencias de los trabajadores o digitalizar las compañías. El último informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) sobre Uso de inteligencia artificial y big data e las empresas españolas, a partir de datos del INE y de Eurosat, señala que la adopción de estas herramientas aún es escasa, pero avanza: en 2022, el 11,8% de las compañías con diez o más personas utiliza IA (casi cuatro puntos porcentuales más que en 2021), y las que usan Big Data han crecido hasta el 13,9%, un incremento de tres puntos respecto al ejercicio anterior.

Sin embargo, según los resultados del Informe sobre transformación digital, que ha realizado InfoJobs a responsables de Recursos Humanos o decisores de la contratación para conocer el impacto de la IA en el mercado laboral -y más concretamente en la selección y contratación de personal, tan solo el 16% de las empresas españolas usa herramienta de inteligencia artificial en estos procesos o tienen previsto hacerlo en los próximos meses. Si solo tenemos en cuenta las compañías que actualmente las aplican, el porcentaje se reduce hasta el 5%.

Según Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, «conforme se vaya desarrollando la inteligencia artificial es de prever que la herramienta empezará a tener un mayor alcance y recorrido en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad, incluido el laboral. En cualquier caso, es importante una regulación clara tanto del sector público como el privado».

Por sector y tamaño de las empresas, los resultados de la encuesta indican que el uso de estas herramientas se concentra en las del sector cuaternario y quinario (el 6% emplea la IA actualmente, mientras que el 20% tiene previsión de hacerlo) y medianas y grandes (el 8% ya incorpora la herramienta y 1 de cada 5 lo hará en los próximos meses). En contraposición, las que menos la utilizan corresponden al sector primario (3%) o son de pequeño tamaño (4%).

La búsqueda de candidatos

En cuanto a los usos de la IA durante el proceso de selección la búsqueda de candidatos se sitúa en primer posición, con el 60% de las menciones. Esta fase, junto con el secreening o cribado inicial de currículums (39%) y el match o coincidencia del candidato con las funciones del puesto (39%) son las que tiene mayor uso o intencionalidad de uso.

Casi el 60% de las compañías menciona y tiene conocimiento de alguna ventaja que proporciona el uso de la inteligencia artificial en los procesos de selección. En general, las empresas destacan la agilidad de los procesos, el ahorro de tiempo, costes y recursos (39%); la segmentación de los candidatos según características (33%); y un mejor ajuste entre candidato y organización (29%). Las microempresas son las más escépticas en cuanto a la utilidad de usar la inteligencia artificial.

Por otra parte, el 40% de las empresas coincide en que la principal desventaja de emplear herramientas de IA es la dificultad de sustituir la empatía y la intuición humana, una idea que refuerzan quienes ya las usan. Entre las principales desventajas también aparece la necesidad de una gran inversión (29%) y la falta de persona cualificado (25%). En general, hay un amplio consenso en que esta herramienta puede aportar algo nuevo a lo que ya se conoce.

InfoJobs también ha preguntado en la encuesta sobre el impacto de la inteligencia artificial en la desigualdad y discriminación por género. De los resultados se extrae que tres de cada diez empresas apuntan que podrían reducirla, frente al 7% que opina lo contrario, aunque entre quienes la usan o tienen previsto hacerlo la proporción de impacto positivo asciende al 44%. Es cierto, sin embargo, que hay un alto desconocimiento declarado sobre este asunto (el 37% de las compañías no lo tiene claro).