El 56% de las empresas españolas no cuida las relaciones con sus empleados

Más de la mitad de las organizaciones son incapaces de generar relaciones de calidad y climas de confianza adecuados

18 julio 2017 09:45 | Actualizado a 18 julio 2017 09:58
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La consultora catalana SOLO Consultores, con el apoyo de la Fundació Factor Humà, el Instituto Relacional, ICAM, Compromís &Talent, Focus Inside y el Club de la Excelencia en la Gestión, ha publicado el estudio TOTAL VALUE INDEX 2017 a partir de una encuesta a 284 directivos, representativos de organizaciones españolas del sector privado, público y del tercer sector, en el que se analiza la situación actual en términos del “valor total” creado por una empresa.

El modelo del “valor total” representa la integración del valor económico, del valor relacional (configurado por la confianza y las relaciones saludables) y por la necesidad de disponer de capacidad de cambio y adaptación. A mayor “valor total”, más sostenibilidad en el tiempo y posibilidades de éxito de una organización. Analizando estas variables, se ha estudiado la situación actual de las empresas españolas.

En palabras de Claudio Drapkin, socio fundador de SOLO Consultores, “En SOLO, hemos aplicado el modelo en distintas áreas de organizaciones. Forma parte de nuestra mirada de trabajo desde hace muchos años y nos ha permitido observar ciertos patrones que se repetían y que hacían que los equipos funcionasen mejor, de manera más equilibrada. Por ello decidimos sintetizarlo en un modelo, que fuera operativo y de impacto”

Y añade, “aquellos clientes que reúnen las características del modelo “valor total” no solo son proyectos sostenibles y de éxito sino que sus líderes transmiten pasión por lo que hacen y por cómo lo hacen. Creando relaciones saludables con todos aquellos actores con los que se relacionan y devolviendo a la sociedad parte de lo que ella les está dando”.

Resultados

Del total analizado, el 56% de los directivos reconoce estar en organizaciones que no fomentan las relaciones con sus empleados. Es decir, sus empresas son incapaces de generar climas de confianza y calidad relacional suficiente. Además, todas ellas tienen una capacidad de adaptación media-baja.

De este 56%, cabe destacar que, la mitad de ellas (un 28% del total), sí construye, en cambio, valor económico, pero lo hace a costa de destruir el valor relacional. Este tipo de empresas son las que SOLO denomina “organizaciones depredadoras”, más centradas en lo económico que en gestionar las relaciones. Los directivos de estas empresas tienen consciencia de que sus proyectos son rentables y sólidos, pero existe miedo al error, no se es rápido resolviendo problemas y no existe apoyo ni colaboración interna entre los profesionales.

La otra mitad (un 28% del total), son las denominadas “organizaciones moribundas”, las cuales, con una capacidad de adaptación baja, ni construyen valor económico ni valor relacional. Los directivos de estas empresas, según el estudio, no creen que su proyecto sea sostenible en el futuro. Estas empresas se caracterizan por severas deficiencias en el ámbito de las relaciones y, además, no están preparadas para el cambio.

Sólo un 3% de las organizaciones se encuentran en el cuadrante llamado “ineficiente”. El porcentaje de estas empresas es bajo porque es una situación transitoria que queda explicada a continuación: Las “ineficientes” son empresas de bajo valor económico y valor relacional alto. Cuando las organizaciones no ganan dinero, con el objetivo de recuperar rentabilidad, tensionan las relaciones personales y se convierten en “moribundas”, hasta que consiguen ser rentables y pasan a ser “depredadoras”. Si, en cambio, logran generar valor económico sin dañar el valor relacional, se convierten en “totales”. La situación de “empresa ineficiente” es, por tanto, algo temporal.

De este estudio también se extrae que el 41% de las empresas españolas genera valor económico sin descuidar las relaciones con sus empleados. Conocidas como “organizaciones totales”, se caracterizan por tener una elevada capacidad de adaptación, por lo que están preparadas para asimilar transformaciones y nuevas situaciones. Los directivos de las “organizaciones totales” aseguran que sus proyectos son rentables, sólidos y sostenibles en el futuro y, además, tienen claro que su finalidad es una contribución a la sociedad a través de sus productos y servicios.

Por sectores
El estudio de SOLO Consultores permite también definir resultados más precisos sobre cuáles son las tipologías de empresas (depredadoras, moribundas, ineficientes o totales) más predominantes por sectores. En el sector privado, el 44% de las empresas genera valor económico y valor relacional a la vez. Son el grupo mayoritario e integran la categoría de “totales”. Un 32% genera beneficios destruyendo valor relacional, situándose en el cuadrante de las organizaciones “depredadoras”.

En el sector público, el grupo mayoritario, con un 45% del total, son las organizaciones “moribundas”, es decir, aquellas que destruyen valor económico y relacional. Tres cuartas partes de las organizaciones analizadas (“depredadoras” y “moribundas”), destruyen valor relacional, con independencia si generan valor económico o no. En este sector, la proporción de organizaciones sostenibles (22%) es la mitad que la del sector privado.

En el tercer sector, no se ha encontrado ninguna empresa cuyas características responden a las de “ineficientes”. El grupo mayoritario de este ámbito son las entidades “totales”, con un 56% del total. Lo que indica que son sostenibles económicamente, además de crear climas de confianza y cooperación.

Por edad de los directivos
Otros datos del estudio, relativos a las características de sus directivos, resultan interesantes a la hora de caracterizar la presencia de “valor total” en las organizaciones de España. Analizando las respuestas obtenidas, se observa que el 70% de los directivos mayores de 40 años no considera prioritario la maximización de beneficios en una empresa, si no que, opinan, que la finalidad de su organización es contribuir a la sociedad con sus productos y servicios. La opinión es a la inversa cuando se manifiestan los directivos y mandos de menos de 30 años.

Brecha entre la alta dirección y los mandos intermedios
Según el grado de mando, observamos que los altos directivos puntúan de forma muy superior a la media en las preguntas que tienen que ver con si su organización es capaz de generar valor económico, valor relacional y adaptarse a los cambios. Son especialmente llamativas las diferencias respecto a su opinión respecto a la presencia de valor relacional y capacidad de adaptación. Mientras que los altos directivos opinan en un 64% y un 65% que sí las hay, frente a sólo un 24% y un 28% de los mandos medios que así lo creen.

Así mismo, se observa que los mandos intermedios creen, mayoritariamente, que el principal criterio a la hora de tomar decisiones es la cuenta de resultados y que la finalidad de la empresa es la de obtener máximo beneficio. En cambio, los altos directivos lo ven de manera distinta. Para ellos, ni la cuenta de resultados ni el beneficio son criterios tan importantes.

 

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