La creación de empleo requiere de una respuesta dual

La pandemia ha tenido un efecto dual de consecuencias exponenciales en el mercado de trabajo

08 febrero 2021 09:40 | Actualizado a 18 febrero 2021 18:07
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Del 25 al 29 de enero se celebró, de forma virtual, el World Economic Forum que unió a los principales políticos, empresarios, académicos y representantes más significativos de la sociedad civil a nivel mundial. Bajo el lema ‘Un año crucial para reconstruir la confianza’ en su discurso inaugural el propio Klaus Schwab -presidente del Foro- ponía el acento en dos aspectos: la creación de puestos de trabajo y la protección del medio ambiente. Me centro en el primero. Y es que si algo ha estimulado la pandemia es la relevancia del programa ‘Reskilling Revolution’ que se anunciaba el año pasado y que proponía actualizar a mil millones de profesionales en todo el mundo para el 2030. 

La pandemia ha tenido un efecto dual de consecuencias exponenciales en el mercado de trabajo. Aquellas profesiones que ya estaban en auge -antes de la pandemia- han acelerado su crecimiento mientras que las que ya presentaban riesgo de extinción –principalmente motivado por la automatización- han acabado de consolidarlo. Ante tal escenario -como decimos dual y exponencial- la mejor respuesta, que empieza a tomar forma a escala global y está presente es el upskilling y el reskilling. El primero persigue mejorar la competencia de aquellos profesionales desactualizados; mientras que el reskilling reconvertir a personas de una profesión a otra, tras una actualización formativa en la que se refuercen esas nuevas habilidades.

En nuestra realidad más próxima cada vez son más visibles los casos de compañías que hacen claras apuestas de actualización y reciclaje a gran escala. Por mencionar algún ejemplo, Banc Sabadell acaba de certificar en habilidades digitales a más de mil profesionales, mientras que Repsol, y su Data School, ya han formado a mil doscientos y van a por otros ochocientos.

Ambos casos entrarían más en la categoría upskilling por su enfoque en la actualización de su fuerza laboral. Este aspecto no sólo es más responsable sino más rentable que despedir y contratar a nuevas personas que supuestamente aporten esas habilidades de futuro.

Pero la gran oportunidad, ampliamente discutida la semana pasada en el Davos, y esencial para nuestro maltrecho mercado de trabajo, está en el reskilling o para algunos, la ‘reinvención’. El propio foro está trabajando en crear un mapa global de habilidades para que las personas puedan ser valoradas más por aquello que son capaces de hacer que por el puesto, empresa y sector en el que trabajan y/o han trabajado.

Si nos sumamos, y pronto, a este cambio de mentalidad que ponga en el centro a la persona con su actitud y capacidad de hacer (habilidades) podremos ver como las 370 posiciones abiertas que, según LinkedIn, tiene en estos mismos momentos Bon Preu son ocupadas por profesionales del sector turístico en lugar de profesionales de un competidor del sector que seguramente se encuentran trabajando.

O como las 600 posiciones de Leroy Merlin, una gran mayoría en ventas, son ocupadas con profesionales con la actitud y capacidad de servir que hasta la fecha han estado en nuestros queridos bares, que hoy se han visto forzados a cerrar.

Si ponemos el foco en las habilidades y asumimos que, en el nuevo mundo, los profesionales cambiarán -de media- seis veces de carrera profesional, empezaremos a ver oportunidades donde hoy solo vemos problemas.

La gran esperanza del upskilling y reskilling, debatida en el Foro, es esa respuesta dual; actualizar y reinventar a nuestra fuerza para que sea capaz entonces de saltar al punto segundo de la agenda del foro; la protección del medio ambiente.

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