Ana Vicente es valenciana pero desde hace años vive en Cambrils. Siempre había trabajado en la administración pública, pero después de ser madre se marcó como objetivo dar un vuelco laboral a su vida. Dicho y hecho. La oportunidad se la brindó un mundo hasta ahora desconocido para ella: el de la ortodoncia.
Junto a un cuñado suyo francés, ortodoncista de profesión, decidió poner en marcha un proyecto que, a día de hoy reconoce que «me apasiona»: la comercialización de alineadores dentales invisibles que produce el laboratorio italiano Smile Engineering. «Hasta ahora existían otros distribuidores de este producto, pero de una empresa norteamericana. Pero esta firma italiana no estaba implantada en España y nosotros vimos una buena oportunidad, por lo que nos convertimos en los primeros comercializadores de esta marca en nuestro país», comenta Ana Vicente.
Fue así como nació Iberismile en septiembre de 2017, aunque su primer producto no lo lanzó hasta enero de 2018. Los inicios de la empresa fueron desde la casa de Ana pero, después de contactar con muchas clínicas dentales, pudo comprobar que el tratamiento tenía muy buena aceptación. El aumento de trabajo la llevó a trasladarse a unos bajos en Cambrils, aunque el gran salto lo culminó hace unos meses, con su instalación en las instalaciones de Redessa 1, en Reus.
Iberismile cuenta con una cartera de clientes de entre 160 y 180 clínicas dentales de cuatro ciudades españolas: Barcelona, Tarragona, Valencia y Sevilla, a las que suministra sus alineadores dentales invisibles.
El objetivo, con el tiempo, es seguir creciendo y llegar a todas las ciudades del Estado, aunque Ana Vicente reconoce que «vamos poco a poco, con un ritmo de trabajo muy bueno pero sin prisas». Esto les llevará a ampliar la actual plantilla de trabajadores, formada por los dos socios de la empresa, tres personas en la oficina de Reus, más cinco comerciales que hay repartidos por las cuatro ciudades donde opera la empresa.
Formación
Además, Iberismile ofrece a sus clientes formación específica sobre los tratamientos de ortodoncia que vende. «Hacemos formación a nuestros dentistas, aunque no es obligatoria. La lleva a cabo Joseph Giordanetto, ortodoncista jefe de los laboratorios de Smile Engineering», explica la emprendedora valenciana.
Ana Vicente destaca una de las máximas de su empresa: «somos coherentes con lo que vendemos. Por eso reconocemos ante nuestros clientes que no todo se puede resolver con la ortodoncia invisible.
Por eso le ofrecemos nuestro tratamiento sólo a quien de verdad se lo puedes ofrecer. Miramos directamente por nuestros pacientes, siempre adultos que quieren resultados lo más pronto posible».
Con una duración media de entre siete y ocho meses, Iberismile ofrece una ortodoncia invisible para casos estéticos sencillos, como alineamiento dental, cierre de diastemas, sobremordidas, mordidas cruzadas no muy severas, etc.
El siguiente paso será hacer un laboratorio de producción en la provincia de Tarragona. En este sentido, Ana Vicente comenta que «los italianos están interesados en tener aquí un laboratorio para producir desde aquí, porque ven que hay mucha demanda de tratamientos».