El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
M iguel Gallardo dejó su querida Andalucía para ser una de las piezas clave del funcionamiento de la Central Nuclear Vandellòs II.
«Nunca me imaginé llegar hasta la sala de control de una nuclear», confiesa. El chico andaluz es el claro ejemplo del potencial e inteligencia que debe ser reconocido. La tranquilidad la lleva por bandera y esta la traslada en su puesto de trabajo, donde las dudas no son bienvenidas.
Su día a día consiste en realizar pruebas de equipos. En la central tienen muchos sistemas de seguridad, los cuales se encuentran parados, y deben demostrar que el sistema, en caso necesario, debe funcionar. «Por lo tanto, arrancamos el equipo y verificamos que cumple con las especificaciones que se pide», explica Gallardo. También intervienen en el proceso de las tareas de mantenimiento, variaciones de carga, pero habitualmente prueban el equipo, comprobando que en caso de alerta, este va a arrancar.
Puede parecer una tarea sencilla, pero en sus manos está la tranquilidad de la nuclear.
Su puesto de trabajo parece una nave espacial, llena de luces, botones y palancas que para el resto de mortales impresiona de solo verlo, mientras que Gallardo sabe para qué sirve cada botón que hay en la sala.
Por este motivo, la formación hasta llegar a esta posición es de todo, menos algo sencillo.
«Entrar aquí es un proceso difícil, con entrevistas muy duras. Te piden tener un buen expediente académico, porque la formación es muy exigente», asegura.
Además de tener una carrera universitaria, Gallardo ha realizado tres años de formación específica para poder ser operador de sala en la Central Nuclear Vandellòs II.
«He aprendido a gestionar situaciones límite y a tratar con las personas»
Durante la formación, cada semana hay que hacer un examen en el que la nota mínima requerida es un 8, puesto que para obtener la licencia que otorga el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es necesario superar todas las pruebas con entre un 7 y un 8.
«En el primer año vas más focalizado en aprender todos los conocimientos y después te centras en la preparación para el examen con el Consejo», explica. Este consta de 4 partes: dos escritas que se hacen en Madrid, una parte de simulador donde te proponen un escenario y debes ir actuando con el procedimiento correcto, y el último examen es el de planta, donde hay una parte de gabinete y te vuelven a proponer un escenario y cómo debes responder, qué procedimiento debes coger y cómo lo vas a comunicar. La parte final es identificar la planta y te preguntan sobre el equipo.
«La formación es dura, pero tiene una recompensa», asegura Gallardo.
Esta recompensa pasa por lo aprendido durante todo el proceso y los conocimientos que sigues adquiriendo cada día de trabajo. «Con esta formación he aprendido a gestionar situaciones límite, porque en el simulador te llevan a lugares donde te ves en una situación extrema y aprendes a responder, no bloquearte», confiesa Gallardo, el cual añade: «Coges mucha madurez con esto, también aprendes a tratar con las personas, gestionar y comunicarte con todos los departamentos».
Después de estos tres años de formación y dos más ocupando el puesto de Operador de Sala de control, Gallardo decidió optar al puesto de Jefe de Sala, el cual consiste en supervisar a los dos operadores.
Volvió a los estudios, en esta ocasión son dos años de preparación, donde el temario es similar, pero con más profundidad y procesos administrativos.
En un mundo que parece cerrado en cuanto a puestos de trabajo, Gallardo es el claro ejemplo de que con trabajo y profesionalidad, todo es posible.
El perfil
- Nombre: Miguel Gallardo
- Edad: 34 años
- Ocupación: Jefe de Sala de la Central Nuclear Vandellòs II
- Años de experiencia: 8 años en el sector
- Banda salarial: El salario de un Operador de Sala de central nuclear puede oscilar entre los 50.000 y los 60.000 euros brutos al año, sin tener en cuenta otros pluses variables y/o asociados al propio puesto.
Qué hay que estudiar
Para optar a este trabajo hay que contar con una Ingeniería técnica o Grado en Ingeniería Industrial, Naval, Química, Telecomunicaciones, Aeronáutica o Minas. También hay que superar una formación de tres años para obtener la Licencia de Operador que otorga el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras aprobar un examen ante el mismo.
