Libretas con alma

Ferran Bru lleva poco más de 15 días en el mercado con este proyecto de emprendimiento social, que trabaja con la escuela de educación especial Estela

21 diciembre 2019 21:40 | Actualizado a 22 diciembre 2019 17:29
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Ferran Bru (Tarragona, 26 años) estudió un ciclo superior de Comercio en el IES Vidal i Barraquer de Tarragona. Luego fue a Barcelona, a la Universitat de Barcelona, donde prosiguió sus estudios con un grado de Comercio. Fue allí donde le surgió la necesidad vital de llevar a cabo algún tipo de voluntariado, «pero nunca me cuadraban las horas».

Juntando su formación y sus inquietudes personales fue cuando, de vuelta ya en Tarragona y en plenas prácticas en una imprenta, surgió el proyecto de Estel’art. En contacto con la Escola Estela de la Xarxa Santa Tecla y mediante la editorial Silere, decidió impulsar una colección de libretas-calendario a partir de los trabajos que los alumnos de esta escuela de educación especial concertada -con edades entre los 3 y los 21 años y que presentan alteración del desarrollo psíquico y/o cognitivo- realizaban en su horario lectivo.

De ese proyecto impulsado hace dos años acaba de salir su primera edición al mercado, con una tirada inicial de 400 ejemplares y dos modelos de libreta en los que su gran valor añadido son las cubiertas, que reproducen trabajos artísticos originales de  alumnos de este centro docente. Isaac, de 12 años, y Aimund, de 4 años, son sus autores.

En los poco más de 15 días que llevan en el mercado ya han vendido más de la mitad de esta producción inicial, de cuyo precio de venta al público, de 10 euros, se destina 1 euro a la Fundació Estela. La clave de su éxito, según explica Ferran Bru, es que «se separa de los productos solidarios que compras porque toca, por el mero hecho de ayudar». En estas libretas, asegura, hay un valor añadido de necesidad y utilidad, porque no dejan de ser material de oficina necesario, aunque no sean cualquier material de oficina.

«La manera más directa y funcional de poner en valor el trabajo de estos chicos -explica- es hacer alguna cosa tangible, y una libreta es una buena opción, porque todavía hay un espacio para las libretas. Es un producto solidario que la gente utiliza».

Arte y creatividad

«En la carrera -prosigue- la mayoría de mis compañeros, y yo mismo también, no tomábamos apuntes con un ordenador, sino con una libreta. Es una herramienta que te permite conectar cosas, rayar... es bastante creativo». En otras palabras: lo que se había estado haciendo toda la vida antes de que alguien decidiera bautizarlo como ‘Design Thinking’ y acompañarlo de post-its de colorines, con una libreta y unos lápices también es posible.

En su caso, cien páginas de papel cuadriculado con certificación SFC de sostenibilidad ambiental, que venden a través de su tienda online y en las tiendas Abacus de Tarragona y Reus, donde han sido seleccionadas para las composiciones de los escaparates navideños.

Su idea es, de cara al año 2020, «ampliar las líneas de este proyecto» con nuevas colecciones para Sant Jordi o verano, en coordinación siempre con los padres y profesores de la escuela, «buscando la motivación de los niños», que «utilizan el arte como terapia, para trabajar en equipo, expresar emociones...».
Las libretas de Estel’art llevan un paso más allá ese trabajo, contribuyendo a la sostenibilidad económica de la Fundació Estela. En un futuro, Ferran Bru no descarta llevar esta propuesta de emprendimiento social a otros colectivos.

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