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La calidad del aire en torno al complejo industrial químico de Tarragona es una cuestión que preocupa y ocupa a los ayuntamientos y a la ciudadanía del territorio. Durante este mandato que está a punto de terminar, El Morell ha realizado varios estudios de calidad del aire y ha instalado una red de medidores propia, mientras que Tarragona ha licitado por primera vez un análisis que verá la luz el año que viene.
El portavoz de la plataforma Cel Net, Adrià Pallejà, apunta que en los últimos años «se ha avanzado» en esta materia, pero de forma «desigual». Cree que algunos ayuntamientos «se han pasado la pelota». Desde Cel Net piden a los alcaldables que apuesten por una red de medidores de la calidad del aire propia, como está implementando El Morell.
Controlar la calidad del aire corresponde al Departament d’Acció Climàtica, recuerdan tanto el alcaldable de Junts pel Morell, Eloi Calbet, como el del PSC en Constantí, Òscar Sánchez. De hecho, hace pocas semanas, Acció Climàtica anunció que medirá más contaminantes atmosféricos en torno al complejo petroquímico de Tarragona.
Sin embargo, Calbet considera que la Generalitat no está haciendo el trabajo y por eso, desde las administraciones locales, se ven con «la obligación moral» de llevar adelante estudios de calidad del aire. Dice que han sido «palo de pajar» en esta materia, y espera que, «gobierne quien gobierne», El Morell siga realizando esta tarea. Desde la CUP de Tarragona, la alcaldable Eva Miguel, va más allá y propone que se realice un informe epidemiológico que relacione la calidad del aire con las enfermedades que padece la ciudadanía del territorio.
En cambio, Sánchez asegura que cada año guardan una partida en el presupuesto «por si la Generalitat no hace el trabajo», aunque por el momento se han conformado apoyando el estudio que impulsa Repsol. Justamente, desde la plataforma Cel Net reclaman que los entes locales se «desvinculen» del Observatori de la Qualitat de l’Aire. Insisten en que es un «teatro» de las empresas «para blanquear». Desde la Federació d’Associacions Veïnals de Tarragona (FAVT), Justo Velilla que es vocal de la entidad, también ven con «escepticismo» este estudio
Quejas por la Taula de la Qalitat de l’Aire
Calbet también reclama que la Taula de la Qalitat de l’Aire del Camp de Tarragona tenga «un efecto real y positivo sobre la ciudadanía» y Sánchez que se reúna «en mayor frecuencia».
En la misma línea, el candidato a la alcaldía de Decidim Vila-seca (ERC), Josep Forasté, que indica que es necesario un «liderazgo más intenso» de este órgano. De hecho, señala que desde la mesa es desde donde debería impulsarse el estudio porque «el aire no entiende de fronteras».
El candidato de Junts pel Morell cree que a nivel territorial «hay que hacer un esfuerzo» para «ir todos a la una a defender los intereses» para empezar a regular las emisiones de algunos compuestos que todavía no tienen normativa propia, una posición que también defienden desde Cel Net: «Es una necesidad real y flagrante del territorio», dice Pallejà.
La CUP de Tarragona también habla de «instar» a la Generalitat a impulsar una legislación «propia» para «fiscalizar» a la industria y la FAVT también insiste en que la normativa debería ser «más restrictiva». Pero el de Vila-seca lo matiza. Expresa que, antes de eso, es necesario «ir a buscar» las industrias que incumplen la normativa actual.
Transformación de la industria química
«La petroquímica se transforma o no existirá», así de contundente lo dice el candidato del PSC en Constantí quien apuesta por la planta de hidrógeno verde en el polígono norte. Tanto el PSC, ERC y Junts van en sintonía con el Vall de l’Hidrogen de Catalunya que impulsa la Generalitat, junto con la industria química tarraconense y la URV. Un proyecto que pretende cambiar el petróleo por el hidrógeno verde como principal vector energético del complejo de Tarragona.
Con el mismo discurso que Sánchez, Calbet cree que la industria química es un modelo económico que «hay que seguir defendiendo» y recuerda que en el polígono norte está previsto abrir la nueva Ecoplanta, pero apunta que es necesario hacerlo «de una forma mucho más» limpia, segura y respetuosa con la ciudadanía».
En cuanto a la transición, Forasté también se postula para que Vila-seca acoja centros de innovación e industria que trabaje en la captura de CO2 y el hidrógeno verde ya que es un sector que genera puestos de trabajo «de calidad», dice .
Miguel, de la CUP, diverge de los demás partidos y asegura que todavía no se ha demostrado «la eficacia» del hidrógeno verde y que para producirlo habría que «trinchar aún más el territorio» con un trasvase del Ebre y la instalación de centrales de placas solares. Por eso, los anticapitalistas apuestan por construir una planta de reciclaje de metales y hacer un plan de desarrollo económico para definir el futuro de la zona.
