Junts se suma al PSC y apuesta por reactivar el barrio de la Vall del Llorito de Tarragona

La anulación del POUM del 2013 por parte del Tribunal Supremo ha reabierto el debate sobre el crecimiento de la ciudad. ¿Debe ser por Llevant con la Vall del Llorito y Mas d’en Sorder o debe apostarse por reforzar el centro y las zonas degradadas? PSC, Junts, Cs, Sí Tarragona y PP quieren la primera opción y ERC, ECP y CUP la segunda

14 mayo 2023 22:11 | Actualizado a 15 mayo 2023 07:00
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Sin lugar a dudas, uno de los principales debates de esta campaña electoral y del próximo mandato en la Plaça de la Font será el crecimiento de futuro de la ciudad de Tarragona: ¿debe ser expansivo por la zona de Llevant –con la Budellera, Vall del Llorito y Mas d’en Sorder– o interior por Ponent, Horta Gran y el centro? Mientras que ERC, CUP y Comuns tienen claro que apuestan por este segundo escenario, PSC, Cs, PP, Sí Tarragona y Junts per Catalunya se decantan por no descartar el incremento de la apuesta residencial en la zona más cercana al mar.

¿POUM el próximo mandato?

El debate urbanístico tiene plena vigencia en Tarragona después de que en noviembre de 2020 el Tribunal Supremo anulara el Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) que en 2013 fue aprobado en el Saló de Plens por 26 votos a favor (PSC, CiU y PP) y una abstención (ICV).

En ese momento, la ciudad volvió urbanísticamente a 1995, lo que generó inseguridad jurídica tanto por su crecimiento como por la apuesta inversora. Justo un año después de la contundente decisión del máximo organismo judicial español, la Generalitat aprobó las normas subsidiarias, que son las que regirán a nivel urbanístico en Tarragona hasta que haya un nuevo POUM. Estas normas permitieron levantar la moratoria que había desde la sentencia del TS con los planes cuya tramitación estaba avanzada: el PP 1 (la conexión entre la avenida Andorra-Països Catalans), el PP10 (Ten Brinke) y el PMU34 (el del Nou Estadi). En principio, la previsión es que estas normas solo estén vigentes hasta finales de 2024, a no ser que estas se prorroguen al no haber aún un nuevo Plan General aprobado por el pleno municipal. De lo contrario, si no hay nuevo POUM y caen las normas, volverá a ser vigente la previsión urbanística de hace treinta años.

El próximo mandato será, pues, el del POUM. Por ello, el posicionamiento sobre el modelo territorial de la ciudad puede ser clave a la hora de definir la gobernalidad a partir del próximo 17 de junio. Y aquí es especialmente remarcable el posicionamiento de Jordi Sendra (Junts), quien puede tener la llave de la mayoría para definir el nombre del próximo alcalde: Pau Ricomà (ERC) o Rubén Viñuales (PSC). «Tarragona debe crecer, y nos parece muy correcto religar los barrios de Ponent con el centro de la ciudad y también religar el norte, Sant Salvador i Sant Pere y Sant Pau con el centro y Llevant», afirmó el candidato de la formación de Puigdemont en su conferencia de ciudad de la pasada semana.

¿Cuál es, pues, la traducción de esta conexión entre el barrio cooperativista y la Vall de l’Arrabassada? La respuesta es la Vall del Llorito, antes conocida como Terres Cavades y que prevé unas 6.800 viviendas. «Lo que no puede ser es que nos veamos obligados a vivir solo en Ponent. Nosotros entendemos que podemos crecer de forma sostenible, muy ordenada y acurada también hacia Llevant, manteniendo la Anella Verda que estaba definida en el POUM», especifica Sendra.

«Emergencia habitacional»

La opinión de los juntaires es casi idéntica, palabra por palabra, al posicionamiento del PSC. «Tarragona debe planificar un crecimiento urbanístico sostenible, pero que sea suficiente para que las personas que quieren vivir o quedarse en la ciudad puedan hacerlo. Por eso, defendemos el crecimiento por la Vall del Llorito, que además nos debe ayudar a coser la ciudad entre Sant Pere i Sant Pau y el centro de la ciudad, lo que al final sería un crecimiento natural», expone el candidato Rubén Viñuales.

El candidato socialista recalca «la necesidad» de «aprobar un nuevo POUM el próximo mandato» porque «hay emergencia habitacional». «Cada plan parcial que impulsamos genera, de forma automática, vivienda de promoción pública. Sin este crecimiento sostenible no podremos generar vivienda social», afirma el alcaldable del PSC. Por ello, apuesta también por «acabar» el PP10 de Ponent –en el Anillo Mediterráneo– y vetar nuevas viviendas «en la Anella Verda y el entorno de la Horta Gran».

Todo parece indicar que PSC y Junts acercarán posturas sobre la planificación urbanística en el próximo pleno que saldrá de las elecciones municipales del 28 de mayo, un hecho que desde 2019 no ha sido posible porque Junts per Tarragona –formado por los independientes Dídac Nadal, Cristina Guzman y Elvira Vidal (ahora ‘2’ de Junts per Catalunya) se ha posicionado con Esquerra, CUP y Comuns para vetar el crecimiento por Llevant.

La alianza entre PSC y Junts per Catalunya para reactivar la Vall del Llorito choca frontalmente con el posicionamiento del actual alcalde, Pau Ricomà (ERC). «La ciudad debe crecer por dentro, alrededor de su centro, hacia Ponent, Nord y Llevant, como una mancha de aceite, repartiendo juego y generando puntos de encuentro, sobre todo allí donde vive más gente, pero sin macroproyectos monopolísticos ni pelotazos», indica el alcaldable de Esquerra Republicana, quien destaca que «esto obliga a descartar la Budellera, Terres Cavades, Mas Sorder y la mayor parte de l’Horta Gran, que se preservan como espacios naturales y agrarios. Apostamos por una Tarragona que se llene de vida, con un centro fuerte, unos barrios bien ligados y mucha más Anella Verda», destaca.

Sobre el proceso llevado a cabo desde 2020 tras la sentencia del Supremo, el máximo representante municipal saca pecho. «ERC ha demostrado que puede revertir una crisis como la sentencia de nulidad del POUM y aprobar con un tiempo récord unas normas urbanísticas, el Avance del POUM y un ambicioso Proceso Participativo. Con la misma eficiencia aprobaremos inicialmente el POUM este otoño y cumpliremos los calendarios que nos hemos marcado, porque la ciudad no puede permitirse estar 13 años haciendo un POUM que después se convierta en nulo, como ocurrió la otra vez», asegura.

«Sesgo político» según el PP

PP, Sí Tarragona y Ciutadans también apuestan por crecer en Llevant. Desde el Partit Popular, su candidata –Maria Mercè Martorell– critica el «sesgo político» de un borrador previo del POUM que «debe consensuarse» porque «opta por un desarrollo urbanístico en zonas con riesgo de inundabilidad». En este sentido, Martorell considera que «la vivienda protegida debe levantarse en los ensanches y en Llevant» y modificar la previsión de «seguir creciendo urbanísticamente solo por Ponent».

Desde Sí Tarragona, Mar Giné apuesta por priorizar en Llevant el «uso residencial compactando edificabilidad y respeto paisajístico» y, en Ponent, apostar por un «Parc Tecnològic». Asimismo, Lorena de la Fuente (Cs) se une a socialistas y posconvergentes para encara una posible conexión entre Sant Pere i Sant Pau con el centro y Sant Salvador. «El crecimiento debe ser sostenible, cohesionado y evitando el aislamiento de núcleos urbanos», indica.

Eva Miguel (CUP) resalta que «Tarragona debe crecer por dentro, regenerando zonas antiguas o degradadas» y «crecer por la zona de la CLH, incluyendo todo el polígono industrial de forma progresiva». Finalmente, Jordi Collado (ECP) apuesta por poner al abasto de la ciudadanía «los pisos vacíos y rehabilitar edificios», a la vez que indica que «hay solares en la Part Alta y la Baixa donde desarrollar política de vivienda».

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