El primer cuatrimestre de este 2025 está siendo el mejor de los últimos seis años en cuando a incendios de vegetación. Las abundantes lluvias primero durante el invierno y después en primavera han provocado que haya una importante masa de vegetación verde. Pero la sequía acumulada de los tres últimos años, y la que habrá cuando las plantas se vayan secando, hará disparar el riesgo de incendio forestal. Así lo advierten los técnicos de bomberos.
La campaña se prevé problemática a partir de la segunda quincena del mes de julio, cuando el peligro se disparará. En este sentido, el jefe de la Regió d’Emergències del Camp de Tarragona, Albert Castellet, apunta que las zonas que más preocupan son el norte de la Serra del Montsant y la Serra del Montmell, los enclaves donde hay más árboles muertos, lo que facilita el avance de las llamas en caso de incendio.
Se acabaron las lluvias
La campaña forestal 2025 llega marcada por un invierno y una primavera con lluvias dentro de la normalidad después de tres años en que los bosques tarraconenses –y catalanes– han sufrido una sequía extrema.
Por una parte, esta agua caída del cielo es una buena noticia. Pero hay que tener también en cuenta que la sequía ha dejado un 28% de árboles muertos en los bosques de toda Catalunya. Los troncos muertos acumulados harán que los retenes de los incendios sean más largos por la latencia del fuego en estos combustibles gruesos.
Y eso, en el Camp de Tarragona, se nota especialmente en dos puntos. Uno es el norte del Montsant, lo que sería prácticamente el triángulo entre Albarca, Escaladei y Cabacés. Y la otra zona sería más litoral, en El Montmell. En estos dos enclaves es donde hay más materia muerta.
Más combustible
Pero por otra parte, las abundantes precipitaciones de marzo y abril, especialmente en el interior y la mitad norte de Catalunya, han generado un gran crecimiento del vegetal fino que puede favorecer la propagación de los incendios cuando la vegetación esté seca.
Este crecimiento de combustible verde ha hecho que este 2025 haya sido, hasta ahora, el año en el que menos incendios de vegetación –tanto agrícola como forestal y urbana- ha habido. En total han sido hasta el pasado día 20 un total de 825 en toda Catalunya, frente a los 2.651 del mismo periodo de 2023 o los 2.266 de 2022.
Pero esta vegetación se irá secando. Y más teniendo en cuenta que se espera un verano ligeramente más cálido, con temperaturas por encima de la media, especialmente en junio. No se prevén largos períodos de vientos del sur ni calor extremo.
Por lo que respecta a las precipitaciones, tendremos un verano normal y un otoño ligeramente húmedo a partir de octubre. Esta semana se ha empezado ya a notar un considerable incremento de las temperaturas.
«Más relajados»
Pero precisamente estas lluvias hace que Bombers de la Generalitat también «comience la campaña con más margen. Este año vamos más relajados. Lo peor llegará a partir de mediados de julio», recalca el jefe de la Regió d’Emergències de Tarragona.
La primera prueba de fuego será durante la semana de Sant Joan y, especialmente, durante la verbena. «No creo que tengamos una situación muy complicada, aunque sí un repunte de los servicios», señala Castellet. Pero todo dependerá, recalca, de si «durante el mes de junio hace mucho calor y sopla el viento», lo que podría hacer secar con más rapidez la vegetación ahora todavía verde.
Según datos del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat, oficialmente este año ha habido en Catalunya 64 incendios forestales, de los cuales 19 han tenido lugar en la demarcación de Tarragona. Estos han quemado 1,51 hectáreas, menos de dos.
Una cifra ínfima si se tiene en cuenta que solo un incendio del año pasado, ocurrido el 28 de mayo en el término municipal de Tortosa, arrasó 73,88 hectáreas. Fue el segundo más grave de todo el año, después del que se produjo al final de la campaña forestal, el 12 de septiembre en Cabacés, que afectó 104,52 hectáreas.
Llegan los primeros fuegos
Pero con la llegada esta semana del buen tiempo, con altas temperaturas, ya se ha notado que han comenzado a surgir los primeros fuegos. Ayer mismo hubo uno de vegetación agrícola en el término de Marçà, que obligó a cortar una carretera. En su extinción intervinieron siete dotaciones terrestres y un helicóptero. Quemó 3.000 metros cuadrados.
Pero no fue el único. Hubo otros en Tarragona, Torredembarra (dos), Nulles, Creixell, Garcia, Rasquera y Amposta. Y el jueves, a las nueve y media de la noche, había cuatro incendios activos en Tarragona, Montbrió del Camp, Pradell de la Teixeta y Batea.
Y es que ayer se batió el récord de temperatura en un mes de mayo en dos estaciones meteorológicas: pantano de Riba-roja y Batea, donde se alcanzaron los 36,8 y los 36,2 grados. Hasta ahora, la máxima absoluta de un mes de mayo eran 36,2 (en 2012) y 35 (en 2001), respectivamente.
Refuerzo de medios
El dispositivo de esta campaña es parecido al del año pasado. Se seguirá contando con los ocho parques de bomberos atendidos por personal funcionario y siete más de voluntarios. Durante la temporada de verano recibirán un refuerzo, especialmente de 42 auxiliares forestales y de seis conductores de vehículos, además de la consolidación de las unidades EPAF , que en la demarcación tienen sus bases en Montblanc y Gandesa.
en Tortosa, arrasó 73
Por lo que respecta a los medios aéreos, por parte de la Generalitat serán los mismos que el año pasado. A partir de mañana domingo ya se incorporan las primeras unidades, como un helicóptero bombardero en el parque de bomberos de Prades y uno de coordinación en el edificio del 112. Por lo que respecta a las Terres de l’Ebre, habrá también un bombardero en Horta de Sant Joan.
Una situación diferente son los medios que cede el Ministerio para la Transición Ecológicas y el Reto Demográfico. Hasta hace dos años había dos avionetas de vigilancia y ataque (AVA) en el aeropuerto de Reus. El año pasado se sustituyeron por dos helicópteros bombarderos y, al parecer, para esta temporada solo habrá un AVA.
Castellet también destacaba como novedad la incorporación de nuevos mandos intermedios (cabos y sargentos) en varios parques. Serán ocho y ello permitirá que en la mayoría de turnos hagan la función de responsable de salida –ahora la hace un oficial de primera–. «Para tenerlos en todos los turnos tendremos que esperar dos años», recalcaba. También se contará con los bomberos en prácticas de la última promoción, que pasarán a reforzar los parques.