Jordi Turull, estable y fuera de peligro tras sufrir un infarto

El secretario general de Junts ha sido intervenido en el hospital de Bellvitge

26 febrero 2024 15:38 | Actualizado a 26 febrero 2024 20:35
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El secretario general de Junts, Jordi Turull, sufrió este lunes un infarto mientras mantenía reuniones internas de partido en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona).

Turull fue ingresado en el hospital de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat, donde se le practicó una intervención de urgencia. Fuentes de Junts señalaron que tuvo una «insuficiencia cardiaca» por la que le realizaron un cateterismo. Al cierre de esta edición, permanecía ingresado en cuidados intensivos, eso sí, fuera de peligro. El dirigente nacionalista recibió el apoyo de buena parte de la clase política catalana.

Turull, de 57 años y fumador empedernido, lidera las negociaciones de su partido, junto con Carles Puigdemont, para acordar una ley de amnistía con el PSOE. Las conversaciones están en la fase final. Si antes del 7 de marzo no son capaces de ponerse de acuerdo, la ley decaerá. Antes que secretario general de Junts, Turull fue consejero de la Presidencia y portavoz del Govern durante la legislatura presidida por Puigdemont en 2017. Fue condenado a doce años de prisión por sedición y malversación. Más tarde el Gobierno le indultó.

Llegó a ser candidato a la presidencia de la Generalitat (antes de ser enviado a prisión preventiva) y se sometió a la votación del Parlament, pero el veto de la CUP impidió su investidura.

El TSJC, contra la ley Mientras, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el juez José María Barrientos, cargó con dureza contra la ley de amnistía, pues a su juicio «privilegia a unos pocos» y no conseguirá «nunca» el objetivo del Gobierno de «pacificar» el problema catalán. Ya hace tiempo que el independentismo considera a Barrientos como uno de sus enemigos públicos declarados e intenta recusarlo cuando preside un tribunal encargado de juzgar a dirigentes secesionistas. «Una ley que privilegia a unos pocos nunca podrá ser esgrimida como elemento de pacificación, sino de discordia», afirmó.

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