Los cambios sociales y del mercado laboral acaecidos en España no han hecho mella en los más pequeños que se mantienen fieles a sus sueños de ser profesoras ellas y futbolistas ellos, aunque la opción de ser ‘youtuber’ se sitúa ya en el cuarto puesto.
Una de cada cinco niñas dice que cuando sea mayor quiere ser profesora, una profesión a la que, por orden de preferencia, le siguen la de médico, veterinaria, peluquera y cantante.
Los niños, después de estrella del balón, quieren ser policía, profesor, ‘youtuber’ o bombero, según revela la encuesta que Adecco hace cada año, desde hace trece, y en la que pregunta ¿Qué quieres ser de mayor? a unos 2.000 niños de entre 4 y 16 años, a quienes también les pide su opinión sobre la actualidad política.
Como novedad, irrumpen las nuevas tecnologías y la opción de ser ‘youtuber’ asciende hasta el cuarto puesto de los empleos más deseados por los niños.
Entre las respuestas no faltan espía, criador de rapaces, buscador de tesoros o simplemente felizY año tras año se mantienen las grandes de diferencias entre niños y niñas. El 22,5 % de ellos quiere una profesión relacionada con fuerzas del orden y seguridad (policía, bombero o guardia civil).
Un porcentaje similar al relacionado con el deporte (futbolista, piloto de carreras, tenista o boxeador). Son muchos menos los que sueñan con ser informático, ingeniero, ‘youtuber’, probador o diseñador de videojuegos, de robots o de viajes de lujo.
Ellas, también en porcentajes cercanos al 20%, siguen decantándose por la sanidad (médico, enfermera, fisioterapeuta, psicóloga), la educación, o los animales (veterinaria, granjera, cuidadora en el zoo, dueña de una tienda de animales) y por el arte (cantante, actriz o modelo).
Entre las respuestas no faltan la de quien quiere ser espía, policía científica, criminólogo, investigador, bloguero, buscador de tesoros, criador de rapaces, ‘skater’, tatuador o, simplemente, ‘feliz’.
Niños y niñas sí coinciden y parecen tener claro que no quieren ser políticos (casi el 30 %), la profesión peor valorada. Tampoco les gusta ser barrendero, forense, limpiador de casas, alcalde, ladrón y, en un caso, ‘probadora de helados’ sería la peor profesión.
Jefes ‘influencers’
A la pregunta de quién le gustaría que fuese su jefe, deportistas y cantantes ganan por goleada, seguidos de conocidos ‘influencers’.
La lista elaborada por los niños la encabeza Leo Messi, y le siguen como «mejores jefes» Cristiano Ronaldo, «ellos mismos», el ‘youtuber’ El Rubius, Sergio Ramos o Zidane. Para las niñas la mejor jefa sería Shakira seguida de «ellas mismas», Cristiano Ronaldo, alguna de las integrantes del grupo musical Sweet California, David Bisbal, Ariana Grande o Enrique Iglesias.
El 40 % es consciente de lo difícil que es encontrar trabajo en EspañaLos trabajos relacionados con redes sociales van ganando peso y ya son muchos quienes quieren ser influencers y emular a sus ídolos, entre los que se encuentran El Rubius, Veggetta777, Danirep, Willyrex o Mónica Tinmu; y blogueras de moda como Dulceida y Paula Gonu.
Algunos van un poco más allá en sus sueños y quieren ser Indiana Jones, Ladybug o Elsa de la película Frozen.
Que sean pequeños no quiere decir que no sepan cómo están las cosas tal y como demuestra que el 40 % sea consciente de lo difícil que es encontrar trabajo en España.
«El paro es un sitio dónde vas a pedir trabajo y no te lo dan» responde uno de los encuestados cuando explica la situación del mercado laboral en España.
Y en una entrevista de trabajo la mayoría hablaría de sus habilidades, entre las que se encuentran «decir siempre por favor y gracias», «soy muy higiénico», «sé dar volteretas», «no digo palabrotas», «no estafo» o «no me duermo mientras trabajo».
Aunque el contenido de una entrevista de trabajo no parece que lo tengan aún muy claro, el 98 % de ellos es plenamente consciente de que hablar al menos otro idioma es «indispensable» para conseguir un empleo.
Y claro, cuando les han preguntado cuánto dinero quieren ganar al mes las cifras van desde 500 euros, pasan un «un millón» y «lo que el dueño de Zara» y llegan al «infinito».