Las chanclas: solo para ir a la piscina y a la playa

Los expertos alertan de los problemas de salud que conlleva utilizar este calzado a todas horas durante el verano

27 julio 2019 07:10 | Actualizado a 27 julio 2019 07:14
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«Lo ideal es solo utilizar las chanclas para ir a la playa y a la piscina». Así de concluyente se expresa la podóloga tarraconense Lídia Rodríguez, que pasa consulta en Sanitas Tarragona, en el centro Médico Milenium Imperial Tarraco.

Reconoce que «no es el mejor calzado, aunque sea muy fresco en verano, porque no recoge para nada el pie y normalmente son demasiado planas». «Los movimientos que hacemos al caminar siempre repercuten en la musculatura del tobillo, y no llevar una correcta sujeción conlleva torceduras y otros muchos problemas», añade la especialista.

Si aun así optamos por escoger este calzado debemos elegir unas sandalias que vayan abrochadas y que mantengan el pie sujeto. Mientras, la podóloga tarraconense advierte que «gastarse mucho dinero tampoco es una garantía, aunque suele ir mejor el calzado. Pero hay pacientes que, por mucho dinero que se gasten, tampoco irán bien con zapatos caros porque tienen los pies complicados y les resulta difícil encontrar un calzado cómodo».

Partiendo de esta base, que las chanclas no son recomendables casi para nadie, según los expertos deben evitarse «en niños que están en edad de crecimiento. El niño cuando más recogido tenga el pie mejor se formará y mejor crecerá».

Hacer caso omiso a estas recomendaciones repercutirá en la salud de nuestros pies a largo plazo. Según explica Lídia Rodríguez, «muchas fascitis plantares, que acuden en septiembre u octubre a la consulta, son consecuencia de haber llevado chanclas durante todo el verano». La especialista detalla que «la fascia es una estructura que discurre por la planta del pie. Cuando vamos en chanclas, como el pie no va recogido y tiene la tendencia a aplanarse, esta fascia se estira, se irrita, se inflama y provoca una fascitis plantas. En cambio, si llevamos el pie recogido esta fascia no tiene tanta tensión».

De otros problemas de salud sufren los pies en verano. «Aparte de los golpes que nos podemos dar por llevar los dedos descubiertos, la piel del pie está más sensible y en verano salen todos los roces habidos y por haber», explica esta podóloga tarraconense. Utilizar mucha crema hidratante o recurrir al polvo de talco o fórmulas magistrales de farmacia contribuye al cuidado de los pies.

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