El canciller alemán, Olaf Scholz, ha perdido este lunes la moción de confianza a la que se sometía en el Bundestag. Con este resultado, y a falta de que el presidente de la república, Frank-Walter Steinmeier, anuncie formalmente la disolución parlamentaria, se abre el camino para que Alemania celebre elecciones anticipadas, previsiblemente el próximo 23 de febrero.
En la votación, el líder socialdemócrata consiguió 207 votos a favor en una cámara de 733 parlamentarios, quedando lejos de la mayoría de 367 votos que necesitaba para continuar en el cargo.
La decisión de Scholz de someterse a esta cuestión de confianza se produjo tras destituir a su ministro de Finanzas y socio de gobierno, el liberal Christian Lindner, debido a desavenencias políticas. Este movimiento terminó por fracturar la coalición de gobierno, formada por socialdemócratas, verdes y liberales, precipitando la crisis política que ahora podría derivar en un adelanto electoral.
