Un otoño en Tarragona con mil postales diferentes

Adéntrate en un territorio con un sinfín de experiencias por descubrir

24 octubre 2017 11:02 | Actualizado a 08 junio 2018 12:40
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Tarragona es una tierra con mil caras. Infinitas maneras de vivir el otoño por su historia, tradición, naturaleza y encanto. La provincia cuenta con un sinfín de posibilidades para toda la familia, cada una, una caricia para el alma.

La naturaleza es uno de los principales atractivos de Tarragona. Existe una red de espacios protegidos cuyo valor paisagístico radica en una elevada y amplia biodiversidad. En las sierras del Parc Natural de Montsant y también en el entorno de las Muntanyes de Prades, bellas e imponentes, destaca la presencia de mamíferos y rapaces, que conviven entre las mejores manifestaciones de vegetación mediterránea de montaña.  

También resulta un destino excepcional por la existencia de una red de espacios litorales protegidos. Paisajes de marismas y dunas, además de una diversidad de aves, hacen de esta región un destino singular para disfrutar de todo este patrimonio natural en estado puro, y de sus ricas comunidades de fauna y flora.

Conocer a pie la demarcación es uno de los principales atractivos del territorio. Una oportunidad que abre las puertas de la observación de parajes como el Fondo del Mata en El Vendrell. Fuentes, estanques y bosques se convierten en una panorámica natural y de obligado paso para los viajeros que quieran captar la esencia natural de la zona. 

La Ruta del Cister es un sendero único y excepcional que permite conocer todos los detalles del conjunto monástico

Los amantes de la naturaleza también tienen que incluir en su guía de viaje por el interior de Tarragona la Ruta del Cister (GR 175). Un sendero único y excepcional que permite conocer todos los detalles del conjunto monástico de la Ruta del Cister. 

En poco más de 100 kilómetros los caminantes pueden descubrir el lugar, mientras que la distancia llega a los 108 kilómetros para quienes deciden realizar el recorrido en BTT. El itinerario se puede seguir en ambos sentidos de la marcha, ya sea desde Vallbona (en el Urgell) o iniciando la ruta por el monasterio de Santes Creus, en la comarca del Alt Camp.  

La ubicación del monasterio es espectacular, en el término de Vimbodí, muy cercano a la preciosa y pintoresca localidad de l’Espluga de Francolí, famosa por sus cuevas y cooperativas del vino. Es uno de los monasterios masculinos habitados más grandes de Europa y ejemplo vivo del arte cisterciense.

Otro de los escenarios más emblemáticos para gozar sobre la bici es la comarca del Priorat. Son muchos los trazados que comunican pueblos como Capçanes, Gratallops, Marçà, El Masroig o Els Guiamets, entre otros. Además, existe la opción de descubrir parajes míticos como Escaladei o vivir en primera persona la inmesidad de los montes del Montsant o la Serra de Llaberia. 

Reus, una de las ciudades ‘cuna’ del modernismo donde admirar la belleza arquitectónica, en un atractivo paseo entre las fachadas de 26 edificios

Por otro lado, Europa vivió el Modernismo a finales del siglo XIX y principios del XX, una corriente que se trasladó a Catalunya. Uno de los destinos obligados es Reus, una de las ciudades ‘cuna’ del modernismo. Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch o César Martinell son algunos de los nombres propios de esta corriente artística y arquitectónica. Inspirados en la naturaleza, los arquitectos modernistas crearon conceptos con color, formas redondeadas y personajes fabulosos.

Edificios modernistas, como la Casa Navàs, la Casa Rull, la Casa Gasull o el Pavelló dels Distingits del Institut Pere Mata postulan a la capital del Baix Camp como un destino singular de la corriente artística. Admirar la belleza arquitectónica es posible a través de la Ruta del Modernismo. Un atractivo paseo que permite admirar la fachada de 26 edificios, obras que destacan por su elegante estilo modernista. 

El río Ebro fue la vía de introducción a la Península Ibérica de muchas culturas y civilizaciones a lo largo de la historia. Las Terres de l’Ebre también han potenciado su patrimonio a través de un elemento que se lleva trabajando desde hace décadas, el paisaje. 

A través de su Via Verda se puede descrubrir una tierra llena de carácter a golpe de pedal. Los escenarios de la Batalla del Ebro miman la recuperación de la memoria histórica de uno de los acontecimientos más trascendentales de la Guerra Civil. El pintor Pablo Picasso pasó varios períodos en Horta de Sant Joan, donde se exponen reproducciones facsímil de los cuadros que pintó en la localidad. La Terra Alta, la Ribera d’Ebre, el Montsià i el Baix Ebre abren sus puertas para vivir de la mejor manera su riqueza tradicional.

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