Juegos como la rayuela gana espacio en el patio de la escuela Sant Creu de Calafell. El objetivo es que los escolares compartan la experiencia de compartir con sus compañeros en unas actividades que además requieren de movilidad física.
El Ayuntamiento de Calafell ha plasmado en el patio de la escuela diferentes juegos tradicionales para que los alumnos conozcan una alternativa de ocio divertida más allá del teléfono móvil.
La iniciativa ha recuperado juegos tradicionales que han quedado en el olvido pese a que llenaron horas de diversión a muchas generaciones.
Más allá del entretenimiento esos juegos aportan valores educativos, favorecen al desarrollo, a la socialización y requieren de actividad física que evite el sedentarismo.
Los expertos en educación señalan que esos juegos favorecen a la colaboración entre los niños y fortalece los lazos de amistad, a la vez que exigen la superación de dificultades potenciando habilidades, mejoran la psicomotricidad y ayudan a socializar y ganar confianza.
El objetivo es que los patios sean lugares de actividad educativa y de colaboración entre los alumnos en un momento en que las nuevas tecnologías parecen llevar al aislamiento.
