La plaza del Castell de Torredembarra ha empezado su actividad carnavalera minutos después de las 11 de la mañana, con la recuperación del concurso de mascotas disfrazadas, un certamen que llega a la 18 edición y que se canceló en 2021 por la pandemia de la Covid-19.
Organizado por la concejalía de Festes y con el patrocinio de cinco empresas, en la convocatoria obligatoria se habían apuntado un total de 22 participantes, si bien en la plaza se presentaron 17, un gato y el resto perros de diferentes razas y tamaños.
El desfile consistía en subir las escaleras del Castell (sede consistorial) con la mascota disfrazada y opcional su propietario o familia. Los candidatos han subido andando o en brazos de sus amos y han mostrado los disfraces, unos más currados que otros, pero con el objetivo final de pasar una mañana divertida con los «peludos» de la casa.
Los disfraces han sido diversos y variopintos, desde un socorrista de la playa con chaleco y gafas de nadar a una Frozen o un dragón verde. Incluso uno parecía que llevaba un tiburón comiéndole las patas traseras y otro le habían salido ocho patas arácnidas de la columna vertebral.
El desfile ha ido acompañado de los aplausos del público y se intuía en función de la prolongación de la ovación cuál de aquellas mascotas tenía más posibilidades de llevarse uno de los seis premios que se repartían, todos relacionados con las mascotas: complementos, vacunas, alimentos, baños y cepillados...
Tras el desfile individual, el jurado se ha reunido para deliberar cuál de los participantes era merecedor de los premios que se repartían por categorías.
Los premiados
En la modalidad de familia (mascota y propietarios iban disfrazados de lo mismo), los ganadores han sido los perros Nuca y Lola, que iban de dragón; y Halley y Txika, que formaban parte de una familia pirata.
En el premio de mejor presentación, Akira ha sido la ganadora. Iba disfrazada de unicornio (su propietaria también) y ha sido la que ha posado ante las cámaras con mayor seguridad.
En el apartado de disfraz más elaborado, se lo ha llevado otro perro llamado Lola. Era una cupcake y la familia iba disfrazada de cocineros.
La ganadora del mejor disfraz hecho a mano se lo ha llevado Cloe, vestida de Balncanieves.
Y en el apartado de más divertido, Chipi y su disfraz de vigilante de la playa (chaleco, bañador y gafas de nadar), no tenía rival.
Al finalizar la entrega de premios, se ha realizado una foto de grupo para clausurar esta edición. En la misma plaza, una fiesta de disfraces infantil cerraba los actos hasta la tarde, donde la rúa carnavalera reunirá más de 300 participantes y otros muchos acompañantes y público.
