- ¿Qué prefiere: manostijeras o maquinavaja?
- Lo que prefiera (sonríe).
- Se está convirtiendo en un fenómeno de masas.
- El negocio ha dado un vuelco, es cierto. Antes se mantenía con la fidelidad de los clientes de toda la vida, pero la moda de las barbas y los diferentes premios han dado un empujón.
- No se debe dar a basto.
- Puedo entrar a una hora y no descansar durante un buen rato. Hay quien ha esperado tres horas o más para cortarse el pelo en la barbería.
- Preguntan por usted.
- Jaume (su socio) es un gran profesional y entre los dos sacamos el negocio adelante. Pero es cierto que algún cliente sí ha pedido que fuera yo su barbero.
- ¿Barbero o peluquero?
- A mí me gusta más lo primero. Es el que sabe utilizar la navaja. Esta herramienta marca la diferencia entre una barbería y una peluquería unisex.
- Los cocineros tienen sus cuchillos personalizados. ¿Pasa lo mismo con navajas y tijeras?
- Cada uno cuida de sus herramientas de trabajo. Hay que ser muy pulcro con ellas y tener especial cuidado en sus afilados.
- Medalla de oro por su trayectoria del Foro 2001; tercer premio en la modalidad de tijeras y navajas; primer premio en ‘sólo tijera’. Se está convirtiendo en un icono.
- Para nada. Aprender, mejorar y trabajar. He hecho muchos cursos y me he gastado mi dinero en ser quien soy. Y lo único que quiero es que este oficio se reconozca como se merece.
- ¿Habla de desprestigio?
- La barbería se había ninguneado como oficio. Ahora está recuperando terreno. Este oficio es mucho más que arreglar barbas y cabellos. La gente habla de sus cosas y parece un confesionario donde sus charlas jamás cruzan la puerta.
- ¿Qué le parece la proliferación de peluquerías unisex?
- Estoy en contra. Sólo van a sacar dinero.
- ¿Es un oficio que cuesta?
- Hay que formarse y aprender. Y con los clientes de más edad uno se forja y mejora.
- Explíquese.
- Los cabellos y la barba de la gente mayor son complejas. Los pliegues en la nuca, las arrugas... Son caras y cabezas curtidas y el pelo es más difícil de cortar o rasurar.
- ¿La coquetería masculina es una moda pasajera?
- Se puso de moda hace ya unos años y ello ha permitido que las barberías renacieran con nuevos peinados, barbas... Si durará mucho no lo sé, pero es cierto que a los hombres sí les gusta ser y aparentar atractivo.
- ¿Tiene seguro de manos?
- Nunca me lo había planteado. Pero tampoco practico deportes que puedan suponer un riesgo: esquí, pádel...
- ¿Qué ha quedado del ingeniero informático que era?
- Nada. Debo confesar que la decisión de coger la barbería es lo mejor que podía haber hecho.