Hace unas semanas, abrió al tráfico la nueva pista ciclista que se ha construido en paralelo a la carretera T-323, que une el núcleo de Mont-roig del Camp con la N-340, a la altura de la playa de la Pixerota. Esta vía, conocida popularmente como la carretera de la Mar, es muy utilizada en ambos sentidos por las bicicletas, tanto para conectar con la zona de playa como de enlace hacia las montañas del Baix Camp y el Priorat.
Disponer de esta ampliación era una larga reivindicación del municipio para ganar en seguridad, tanto para los ciclistas, como para el resto de vehículos. Ahora, el vial dispondrá de una nueva mejora, con la construcción de nuevos arcenes.
La Generalitat ya está licitando las obras para convertir las cunetas actuales, que son profundas, en cunetas transitables. Para ello, creará arcenes de hormigón para evitar la sensación de estrechez de la carretera, que es de doble sentido. Aprovechando la actuación, también se mejorará el asfaltado de la carretera, los elementos de drenaje, señalización, barreras de seguridad y accesos a caminos y parcelas.
Las obras se han licitado junto a un proyecto similar en Prades y afectan a un total de 9 km de carretera. Ambas actuaciones suponen una inversión de 1,2 millones de euros. La previsión es que las obras se inicien este verano y finalicen en cuatro meses y medio.
