La proliferación de palomas en El Vendrell, además de problemas de salubridad que pueden generar, también es causa de la suciedad que afecta al patrimonio arquitectónico.
Un ejemplo era la estatua de Pau Casals, obra de Josep Viladomat, en la plaza Nova, que estaba cubierta de excrementos. Esa situación motivaba la queja de los vecinos.
El Ayuntamiento ha limpiado el monumento, pero desde partidos en la oposición como Primàries Vendrell, piden un plan a nivel municipal para controlar la población de palomas.
Además de en plazas y algunas calles, hay edificios que quedaron a medio construir que se han convertido en autenticos palomares donde se acumulan cientos de ejemplares, además de palomas muertas y gran cantidad de excrementos.
Señala que ayuntamientos como La Bisbal del Penedès han logrado controlar el número de palomas con sistemas que han esterilizado a los ejemplares para evitar que sigan creciendo por lo que reclama un aintrevención en El Vendrell.