Amor, intrigas y odios personales se entremezclan con los convulsos acontecimientos de los años 60 y 70 del siglo pasado en la nueva novela de la tarraconense Gloria López de María, Cuando el sol se apaga (Esstudio Ediciones). Se trata del desenlace iniciado en Mujeres entre guerras, aunque para los nuevos lectores, funciona de manera independiente. Historia y ficción se dan la mano en un relato en el que, de nuevo, triunfa la sororidad femenina.
¿Qué ocurre cuando el sol se apaga?
Acaba una etapa de la vida de los protagonistas y empieza otra distinta. En general, en la vida, tal vez hay momentos en los que parece que el sol se apaga del todo. Sin embargo, siempre se encuentra una salida, es cuestión de buscarla.
Incluye una cita de Zweig en la que dice que el arrepentimiento no trae de vuelta un momento perdido.
Es cierto. Es curiosa la fragilidad de las relaciones humanas, del cariño. Porque un momento desafortunado, una palabra mal dicha o inadecuada, un reproche pueden echar a perder toda una vida de amor y armonía tanto en una pareja como entre hermanos o padres e hijos. Y Zweig recoge la idea de que en cien años no recuperas el minuto perdido. La sinceridad es buena...
¿Hasta cierto punto?
Con muchos matices y comillas. Un exceso de sinceridad puede echar a perder una relación.
Si hablamos de Matilda, uno de sus personajes, ¿tiene motivos para estar tan resentida?
Matilda es la niña adoptada por Carmen, la mujer de su padre, al morir este en el terremoto de Cefalonia. Ella se ve huérfana y espera de los demás más de lo que le pueden dar. De su tía Irene espera que se haga cargo de ella y de Carmen, compartir una vida juntas. Todo ello se desmorona cuando Irene prioriza su profesión y Carmen rehace su vida.
Es curiosa la fragilidad de las relaciones humanas. Una palabra inadecuada puede echar a perder toda una vida de amor y armonía
A Irene se le plantea la dicotomía de siempre. ¿Qué se espera que haga una mujer?
Es el gran dilema en el que nos encontramos las mujeres. ¿Dedicarse al trabajo o dejarlo todo para cuidar a los hijos, a los padres enfermos o al marido?, ¿ser mala madre?, ¿ser mala hija? Es el drama de ser mujer.
Es una novela de mujeres con violencia de género y solidaridad, también masculina.
Sí, sororidad. Porque no todos los hombres son machistas ni maltratadores. Los hay que luchan contra las injusticias, como es el caso del personaje de Tomás, adalid de las causas perdidas.
En la época colonial española.
La sitúo en Bata, en Guinea Ecuatorial. La novela refleja cómo se vivía allí, ya que parece que el nivel de vida en los años 60 era infinitamente superior al que teníamos en España.
Habla de los colonizadores.
Por supuesto. Aunque tuvieron que salir rápidamente del país y con lo puesto, situación que también explico.
Vuelve a Grecia, al Sinaí y a la diáspora judía.
En Mujeres entre guerras ya dejé a Irene en un kibutz. Es un problema tan enquistado entre israelíes y palestinos al que no se le ve una solución fácil. Si te pones en el lado de los judíos, piensas que lo pasaron terriblemente mal con todas las migraciones clandestinas, aquellos barcos de la muerte rechazados en todos los puertos y el Holocausto.
¿Y si se pone en el lado de los palestinos?
Estaban en su territorio y, de pronto, percibieron que aquella inmigración que al principio empezó de forma tímida, iba adquiriendo unas proporciones tan exageradas que veían que los echaban de sus tierras.
Recoge el secuestro de Adolf Eichmann.
Sí porque fue el primer juicio televisado de la historia, que acercaba a los hogares los horrores ocurridos. Y la forma rocambolesca de sacarlo de Argentina es de película. De hecho, hay varios filmes que lo tratan.
Y a Peter Fletcher, primer asesinado en el muro de Berlín.
Nino Bravo lo plasmó en su canción Libre. Desde ambos lados del muro fueron testigos y, sin embargo, nadie intervino. En el Occidental porque no podían entrar y en el Oriental porque ya les estaba bien. Al fin y al cabo, Fletcher quería huir. Ahora te preguntas cómo se pudo llegar a una cosa así, a levantarse el muro, a las alambradas, los perros... Aquello ocurrió hace cuatro días.
‘Cuando se apaga el sol’ repasa la historia de la segunda mitad del siglo XX. ¿Cómo ve la situación actual?
Creo que estamos en un situación muy similar a la vivida en los años 60 y 70 del siglo pasado. La guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis del gas... Da miedo pensar en cómo puede acabar. Da miedo pensar en lo que puedan vivir mis nietas porque, personalmente, espero no estar aquí para presenciarlo. No auguro una solución pacífica, una vida fácil a los niños de hoy en día. Ojalá me equivoque.
