21 de enero, el derbi declara Fiesta Mayor

2018 abrirá un nuevo capítulo del Nàstic-CF Reus en Segunda. El partidazo tendrá lugar en el Nou Estadi de Tarragona, a partir de las 18.00 horas

28 diciembre 2017 19:26 | Actualizado a 03 enero 2018 12:28
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21 de enero, fecha fetiche en el calendario virtual de los hinchas, en las entrañas de dos ciudades vecinas y rivales por el fútbol y por la historia de sus entresijos culturales. Tarragona y Reus. Reus y Tarragona. Una vida compartiendo territorio y presumiendo, cada una, de sus virtudes y conquistas. El fútbol las ha colocado en un escenario fácil para el foco, la Liga de Fútbol Profesional. Conviven en la terrible Segunda División, probablemente el campeonato más exigente del fútbol nacional.

El 21 de enero volverá a medirles en un día que es algo así como la fiesta mayor del fútbol profesional. Se conoce fecha y hora con tiempo para ir escogiendo trajes y vestidos. No se trata de una tarde cualquiera. Hay muchos orgullos por defender, también el trabajo de muchos meses. Presumir de haber ganado al vecino al día siguiente se convierte en un lujo goloso entre amiguetes. A todo esto, el derbi arrancará a las 18.00 horas de un domingo. Fútbol en estado puro, como el de antaño. Por fin se han esquivado los horarios y los días extravagantes, productos de un diseño televisivo exagerado.

No hay que echar demasiado la vista atrás para atisbar un derbi en lunes y en festivo de puente. Fue el pasado mes de mayo, el primer día de ese mes que congela el frío y empieza a abrir las ventanas del incendio. Ni eso consiguió apagar el entusiasmo de los hinchas. El Nou Estadi quedó repleto, claro que las urgencias de aquel día nada tienen que ver con las actuales. Por fecha y por situación. Nàstic y Reus se jugaban el pan aquella tarde. El 21 de enero todavía hay tiempo para todo. Para hundirse y para renacer. No se atisba todavía el infierno.

Antes de reencontrarse y retarse, los dos protagonistas precisan resolver tres compromisos cruciales para allanar el futuro en la categoría y beber esperanza. Para el Nàstic cuatro, debido a esa velada pendiente en El Sadar, ante Osasuna, justo tres días antes del derbi. Un partido con aroma a Fiesta Mayor, que despierta sentimientos antagónicos entre dos pueblos separados por las costumbres, aunque más unidos de lo que realmente marca el postureo. Un partido que despierta lágrimas y bailes. Depende de dónde decida entrar la pelota. Una tarde única para los románticos.

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