CF Reus: La perfección colectiva

Folch, Dinis, Olmo, Vítor, Benito, Colorado y Haro intervinieron en el 0-1 ante el Barça B, una delicia de toque, criterio y buen gusto

19 mayo 2017 19:52 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:20
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Se habían consumido 35 minutos en el Mini cuando el Reus decidió crear una obra de arte colectiva. Un gol que no hace ruido por la belleza de un golpeo o un remate individual y sí por la capacidad de asociarse del equipo.

Benito se dispuso a sacar de banda, en su carril derecho. Conectó con Folch, que recibió la pelota y aseguró la posesión con un pase hacia la cueva. Dinis y Olmo, los centrales, inauguraron el despegue. Olmo cedió a Vítor, que se ofreció para darle salida limpia al juego. El luso se arropó de nuevo en Folch, el finalizador del éxito. Fue entonces cuando el Reus precisó acelerar para ofrecerle sentido a su propuesta. Folch combinó con Colorado, que habilitó a Benito, hambriento para conquistar yardas en ese lado derecho. Por eso se la devolvió a Colorado, que a un toque cedió a Haro. El pequeño mediapunta ya se hallaba en la zona de la verdad, perseguido por rivales. No importó. De primeras vio a Benito como un avión. Había despegado para encontrarse con el fondo, el del Barça B. Cuando se le acabó el campo eligió a un millón de pulsaciones por segundo. Recortó hacia adentro, levantó la cabeza y cedió al corazón del área. Emergió de nuevo Folch, que se convirtió en llegador privilegiado. El reusense debía acabar. Lo hizo con delicadeza. Al nivel de toda la jugada. Su remate se alejaba de lo sencillo. También de primeras convirtió por bajo, a la derecha de Ortolà, el arquero del Barça B.

37 segundos necesitó el Reus para culminar, desde el saque de banda de Benito hasta el remate final de Folch. Un que reunió los registros de un equipo que se distingue por el buen gusto con el balón. Toque, precisión y criterio. Ni un pase en largo, ni un rechace.

En casa del gigante

Precisamente el Reus dibujó un gol muy estilo Barcelona y lo hizo en casa del filial azulgrana, que se vio superado en el primer tiempo por la jerarquía rojinegra. Tras el éxito final (1-2), muchos coincidían en el Mini que los rojinegros se habían convertido en el mejor rival del B hasta el momento. «Subiréis seguro», se podía oír en las cercanías de la sala de prensa. Los chicos de Natxo dejaron una imagen sensacional y celebraron una victoria que les debe servir como impulso en este tramo final de temporada. Lo mejor está por llegar, los días que pueden dar sentido a más de nueve meses de duro trabajo y de máximo entusiasmo.

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