Los filiales en Primera RFEF son un problema. Por todas bandas. La capacidad de captar talento, sumada a sus elevados presupuestos, en algunos casos, dificultan poder competir con ellos. Pero también son elementos que pueden generar incertidumbre directa sobre la clasificación y sus consecuencias.
Es el caso del Celta de Vigo y su filial, el Fortuna. Lo que haga el primer equipo en LaLiga puede tener efectos importantes en Primera RFEF.
El filial vigués es líder del grupo 1 de Primera RFEF. Suma 35 puntos, dos más que la Cultural Leonesa y la Ponferradina, segundo y tercer clasificado, respectivamente. La Real Sociedad, cuarto, está a cinco y el quinto clasificado, el Nàstic, equipo que cierra la zona de play-off de ascenso a Segunda División, se sitúa a seis puntos del Fortuna.
Los celestes se han mostrado como un equipo en forma. Un filial goleador que ha anotado 32 goles en lo que va de campeonato, siendo el segundo equipo que más marca de la categoría, por detrás del Castellón. Ha ganado 11 partidos de los 17 disputados, con solo 4 perdidos. Números que no ha habido equipo que pudiera seguirlos.
Pero todo este esfuerzo de los jóvenes del Celta Fortuna quedará en nada, a nivel clasificatorio, si el primer equipo acaba descendiendo a Segunda División.
A falta de una jornada para alcanzar el ecuador del campeonato liguero, el Celta ocupa la 18ª posición de la tabla de Primera División. La salvación está a dos puntos, los que le separan del Cádiz, pero los síntomas del conjunto dirigido por Rafa Benítez no son halagüeños. Todavía tiene mucho tiempo para recuperarse, pero el miedo a caer a Segunda División acecha. Los vigueses ya se pasaron cinco cursos en su última presencia en la categoría de plata. De la 2007 a la 2012, cuando se medio aseguró el ascenso en Tarragona, tras vencer 1-2 en el Nou Estadi en la penúltima jornada de liga.
El descenso del Celta impediría que su filial pudiera siquiera competir en el play-off de ascenso, ya que primer equipo y vinculado no pueden participar en la misma competición.
Esta situación liberaría una posición en la tabla. Ahora mismo, por ejemplo, sería la Cultural Leonesa el que ascendería a Segunda División. Pero es que, además, el Barça Atlètic, que está fuera de las posiciones de play-off, ocuparía la cuarta plaza con derecho a disputar la promoción.
La situación es hipotética, pero puede darse, a juzgar por la situación del Celta. Curiosamente, otro de los que podrían beneficiarse sería el rival acérrimo de los celtiñas, el Deportivo. Los coruñeses estarían a dos puntos del play-off y no a tres, como lo están actualmente.
Tanto la Primera División como la Primera RFEF finalizan la temporada regular el 26 de mayo. Por lo que el desenlace del Celta afectaría de manera instantánea al de su filial en la categoría de bronce.
Nàstic visitará Vigo en enero
El Nàstic de Tarragona todavía no se ha medido al Celta Fortuna. Es uno de los dos rivales que le quedan por medirse antes del final de la primera vuelta. El miércoles 3 de enero (20.30 hora) visitará el Cornellà el Nou Estadi, en jornada intersemanal, mientras que 11 días después, el domingo 14 de enero, viajará al Estadio de Balaídos para enfrentarse al filial del Celta. Será el último desplazamiento de la primera vuelta para los granas y el reencuentro con el estadio en el que hace un año y medio, el Nàstic se quedó a las puertas del regreso a Segunda División.
Los jóvenes jugadores del conjunto vigués devolverán la visita a Tarragona el 21 de abril.
Con esta situación, todos los aspirantes al play-off están con un ojo puesto en la máxima división española. Nadie le desea un mal a otro, pero cuando tu situación económica es tan delicada y necesitas desesperadamente subir, cualquier oportunidad de conseguir el objetivo es bienvenido.
En estas circunstancias se ven Cultura, Ponferradina, Real Sociedad B, Nàstic, Barça Atlètic, Deportivo, Lugo e incluso Fuenlabrada. Esperando que se consuma un descenso que puede acercarles al fútbol profesional.
