El Alcoraz, estadio del Huesca, ha vivido una metamorfosis. De ser el fortín más inexpugnable de Segunda B –no perdió ni un partido en todo el campeonato– a convertirse en el campo más fértil para los rivales de Segunda.
El conjunto azulgrana es el peor local de la liga Adelante. Ha sumado 14 de 45 puntos que ha disputado en su feudo, el 28,8%. La hinchada oscense ha visto a su equipo perder en su estadio más de la mitad de los partidos. Ocho derrotas en los quince encuentros disputados en El Alcoraz. Únicamente se han marchado a sus casas con la sonrisa que da la victoria en tres ocasiones. Frente a Alcorcón, Albacete y Numancia. El último partido que jugó en su propio feudo acabó perdiendo ante el colista, el Bilbao Athletic por 1-2.
El relevo en el banquillo pretendía mejorar esa estadística. El jienense Juan Antonio Anquela sustituyó a Luis García Tevenet a finales de noviembre pero este cambio no ha comportado muchas mejoras. Tevenet dejó el cargo con un solo triunfo como local, Anquela ha logrado uno más que el sevillano, dos en total.
Play-off, última visita
La última visita del Nàstic al Alcoraz fue el 24 de mayo del año pasado. Partido de ida de la eliminatoria de campeones del play-off de ascenso a Segunda. El Huesca mantuvo su solidez defensiva y consiguió impedir que el Nàstic, que como ahora llegaba como un tiro, se llevara el triunfo. El duelo se cerró en tablas, sin goles, dejando para el Nou Estado la resolución de la eliminatoria que acabó con el histórico 3-1 y el consiguiente ascenso a Segunda de los de Vicente Moreno.
El Nàstic ha visitado El Alcoraz cuatro veces en Segunda división. Sólo en una ocasión, en la 2009-10, los granas volvieron a Tarragona con los tres puntos después de ganar por la mínima. El gol lo anotó Roberto, delantero que había llegado esa misma temporada procedente del Huesca.
En sus últimas dos visitas –las campañas 2010-11 y la 2011-2012– el partido acabó con empate 0-0 y 1-1, respectivamente.
