Josema Gómez (Torrejón de Ardoz, 1991) fue el futbolista que inauguró el capítulo de fichajes del Nàstic durante este pasado mercado de verano. El central madrileño acudió a la llamada grana cuando conoció el interés de uno de los proyectos más ilusionantes de la categoría. Era el premio a la gran temporada que había realizado en el Linares. En tierras jienenses fue el líder de la zaga y se convirtió en una pieza capital para una temporada histórica que terminó en las semifinales del play off ante el Deportivo.
El Nàstic tuvo claro que Josema era una pieza valiosa para el nuevo proyecto deportivo. Cumplía los dos requisitos que buscan los granas cuando acuden al mercado en los últimos años: calidad y rendimiento inmediato. El defensa madrileño llegaba para ocupar el sitio de Aythami Artiles, aunque en aquella época todavía no habían renovado ni Quintanilla ni Trilles. Con la renovación de los dos pilares del curso pasado en defensa, Josema asumía que su sitio en el once iba a tener que esperar. Tocaba trabajar en silencio y aguardar su momento.
Josema está trabajando a la sombra durante los entrenamientos y ha asumido con naturalidad que en el fútbol a veces pasas de tener un papel protagonista a secundario en apenas meses. Cambiar de club y contexto también presenta ese riesgo. Sin embargo, a sus 30 años presenta madurez y por ello no ha alzado la voz en ningún momento.
Debuta como titular
El fútbol suele premiar a los pacientes y a Josema le ha llegado por fin su hora. Será en la quinta jornada ante el Amorebieta y tendrá sus primeros minutos esta temporada. Será como titular, directo al once. Esto se debe a que Marc Trilles fue expulsado por doble amarilla frente al Calahorra dejando una grieta en el centro de la zaga que será ocupada por Josema. Lo cierto es que se trata de una oportunidad única para dar un paso al frente y quién sabe si abrir un debate sobre quién debe acompañar a Alex Quintanilla en el centro de la defensa.
Josema llegará al once y Agné le exigirá que domine los aspectos del juego que domina y por los que se le ficharon. El partido ante el Amorebieta presenta un contexto que puede potenciar sus virtudes porque apuntan a que van a ser exigidas.
Lo primero que tendrá que hacer es intentar aportar esa salida de balón que domina y que ha potenciado de manera vertiginosa sobre todo en el Linares. Desde el puesto de central zurdo asumirá peso en la salida de balón. Algo que el Nàstic tendrá que hacer, ya que la idea en el Nou Estadi es la de ser protagonista e intentar seguir potenciando ese juego asociativo que se busca.
El segundo aspecto en el que Josema también debe lucir fortalezas es en el juego áereo. Su 194 centímetros le convierten en la torre grana y con su presencia el Nàstic ganará centímetros. Es cierto que Marc Trilles también es un central que domina el juego aéreo, pero con Josema el Nàstic gana un baluarte. No es asunto baladí enfrente de un equipo como el Amorebieta que apuesta por el fútbol vertical y de duelos y domina a la perfección el arte del balón parado.
