Reus Deportiu y Parlem Calafell firmaron tablas en la primera jornada de la segunda ronda de clasificación a la WSE Champions League. Un derbi vibrante con un final agónico. Arnau Xaus culminó la remontada para el Calafell en el último minuto de partido. Sin embargo, nada más sacar de medio campo, Sergi Aragonès ejecutó un disparó inapelable que supuso el 2-2 final en el tiempo reglamentario. Martí Casas fue el único capaz de convertir la directa que decantará a favor del Reus en caso que los dos conjuntos empaten a puntos en la clasificación a la fase de grupos definitiva.
El derbi arrancó antes del pitido inicial, con el duelo particular en las gradas. Los calafellenses hicieron valer el factor casa y llenaron las gradas de un Pavelló Joan Ortoll que rozó el lleno. Un auténtico infierno si no hubiera sido por la gran presencia de aficionados ganxets, que se hicieron notar durante todo el partido.
Los jugadores se contagiaron del entusiasmo de sus aficionados y se vio reflejado en la pista durante todo el partido. Ambos equipos empezaron muy bien plantados en pista, sin un dominador claro del juego. El Calafell cerraba en zona y salía al contraataque por mediación de Jepi Selva y Arnau Xaus, pero Càndid Ballart eludía cualquier peligro rival. Por su parte, el Reus defendía al hombre y mandaba en la posesión de la bola, pero no lograba culminar las inmediaciones ofensivas.
El primer tiempo estuvo marcado por una controvertida decisión arbitral que enfureció a los aficionados verdes. En el minuto 18, y cuando mejor estaba el Calafell, el colegiado decidió pitar penalti ya que el Calafell sirvió una falta antes de su pitido. No obstante, Sergi Aragonès erró la pena máxima ante un Gerard Camps que desvió la bola con el casco. El primer finalizó sin goles y con seis faltas para ambos lados, muestra de la intensidad tanto en pista como en la grada.
Tras el descanso, aunque el ritmo no bajó, los dos equipos fueron más especulativos ante el miedo de encajar gol y la circunstancia de las faltas acumuladas. Así, el encuentro no se desencalló hasta la décima falta del Calafell, en el minuto once. Marc Julià asumió los galones. Su rematé directo fue desviado por Camps, que ya nada pudo hacer en el rebote que el mismo Julià envió al fondo de la red.
Cinco minutos después, el Calafell dispuso de la misma situación para poner la igualada. No obstante, Xaus, que aguantó hasta el último momento, no pudo superar a un gran Ballart. El fallo no bajó los brazos de los verdes, que se volcaron al ataque espoleados por sus aficionados. Carles Domenech fue muy incisivo en ataque pero sus internadas no encontraron portería. Un remate al palo de Sergio Miras en el minuto veinte presagiaba la vorágine final.
El equipo dirigido por Ferran López se aprovechó del primer desorden en la zaga ganxet y ejecutó un rápido contraataque que dejó a Jordi Ferrer cara a cara ante Ballart, que nada pudo hacer. El Calafell se lo creyó más y se volcó hacia el tanto de la remontada. A un minuto del final, Ferrer dispuso de una nueva falta directa por la 15ª falta del Reus pero su disparo estalló contra el larguero.
No obstante, el ímpetu del Calafell no cesó y a falta de veinte segundos, Xaus cazó una bola en el corazón del área que Ballart había desviado y desató la locura en el Joan Ortoll. No obstante, Aragonès se encargó de aguar la fiesta de un Calafell que ya se veía ganador. Su disparo desde el círculo central enloqueció a los aficionados rojinegros.
La tanda shootout de faltas directas fue decidida en la sexta ronda a cargo de Martí Casas, tras los errores en todos los anteriores lanzamientos. Una victoria que decantará un hipotético empate en la clasificación en favor de los de Jordi Garcia.
