No ha necesitado ni una pizca de adaptación a su nuevo hábitat Sergi Aragonès. Si hablamos de rendimiento inmediato, el suyo se ha convertido en un ejemplo contundente. Desde el primer día que se vistió de rojinegro ante el Igualada, hace seis semanas, el de Sant Sadurní ha aportado prestaciones de jugador de máximo nivel. No solo eso, los registros del Reus en parámetros colectivos reflejan una mejoría sustancial. Siete victorias en ocho partidos lo demuestran.
La adquisición de este motor polivalente, capaz de asumir distintos roles en la pista, se consideró como el fichaje de relumbrón en el mes de enero. Su salida forzosa del Benfica por falta de foco y minutos de juego se transformó en una oportunidad de mercado extraordinaria. El Reus lo atrapó hasta 2024, a pesar de que otros clubs como el mismo Liceo aspiraban a sus servicios, aunque de cara al próximo curso. La rapidez y el ingenio del club reusense se han traducido en frutos sobre la pista. Aragonès no solo ha conseguido brillar con luz propia, ha provocado un impulso necesario al equipo, muy irregular durante la primera parte del curso.
Da la impresión de que el perfil de Sergi era justo lo que precisaba la escuadra. Un jugador equilibrado, físicamente portentoso, capaz de abarcar la pista de costa a costa. Además, un actor adictivo a los momentos de presión, sin temor a las responsabilidades.
El gol de la victoria que le anotó el pasado sábado al Liceo, en los segundos finales de un envite cardíaco, muestra claramente la valentía de este tipo y el nuevo rostro del Reus, inconformista, ambicioso y dispuesto competirle de igual a igual a cualquier rival.
Sin ir más lejos, el único partido que han perdido los de Garcia en las últimas ocho semanas, se remonta al Palau Blaugrana. Ante el Barcelona, a pesar de ese tropiezo, los rojinegros compitieron con mucha dignidad, alejados de la imagen frágil que emitieron en la inauguración de la temporada.
La tercera plaza
El salto de calidad del Reus se ha traducido también en la clasificación. Hoy se ha instalado en la aristocracia del campeonato, concretamente en la tercera plaza, un objetivo que se veía lejano hace pocos meses. De cara al play off por el título, retener ese privilegiado lugar resulta clave para el factor cancha en los cruces.
Los de Garcia, eso sí, deberán pelearlo hasta el final, ya que tanto Noia como Lleida pretenden ese mismo propósito y todavía se encuentran cerca. El Noia, por ejemplo, va a disputar este fin de semana su partido pendiente ante el Girona. Los de Sant Sadurní y el Lleida visitarán el Palau d’Esports de la calle Gaudí durante este segundo capítulo de la temporada.
