Hacia la Industria 5.0

Europa es deficitaria en oferta tecnológica propia y ello hace que nuestra industria sea más débil frente a competidores de otras regiones del planeta

19 abril 2022 13:09 | Actualizado a 19 abril 2022 13:20
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El concepto de Industria 4.0 fue acuñado en Alemania en 2011 y desde entonces ha ido madurando y enriqueciéndose en tecnologías y aplicaciones. Inicialmente y casi hasta finales de la década pasada, buena parte de los proyectos donde se aplicaban estas tecnologías terminaban en prototipos y pilotos que servían para demostrar su potencial, pero las soluciones todavía no estaban suficientemente maduras para ser industrializadas.

Ahora la situación ha cambiado. Aunque todavía hay mucho campo por recorrer, actualmente ya existen soluciones en el mercado basadas en tecnologías como la robótica avanzada, la Internet de las Cosas (IoT) y la visión artificial listas para que las empresas las incorporen.
Así lo ratifican los datos de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa catalana, que en 2021 identificó en Cataluña a 1.111 empresas proveedoras de tecnologías en el ámbito de la Industria 4.0, el triple que hace 5 años.

Aun así, es imprescindible invertir más en innovación para aumentar el porcentaje de estas tecnologías que son desarrolladas y producidas en Cataluña. Europa es deficitaria en oferta tecnológica propia y ello hace que nuestra industria sea más débil frente a competidores de otras regiones del planeta.

Por ello, la Comisión Europea y el Gobierno han definido estrategias para mejorar nuestra soberanía tecnológica y reducir la dependencia de otras economías. Así, por ejemplo, se constituyó hace unos meses el nodo español de GAIA-X, una iniciativa europea que tiene por finalidad crear un espacio europeo único de datos, con todas sus implicaciones y derivadas.

En los próximos años, veremos cómo los gemelos digitales se van consolidando

La industria 4.0 es clave para la competitividad y facilita que las empresas mantengan las fábricas en nuestro territorio, además de favorecer la relocalización. Aparte del impacto positivo que conlleva en términos de empleo, la pandemia nos ha enseñado la importancia de tener los centros de producción cerca para asegurar el suministro de bienes.

Pero no todas las empresas lo están aprovechando y es necesario hacer lo posible para que las pymes que todavía tengan un grado de madurez digital bajo inicien el proceso de transformación para invertir esta situación. Iniciativas de la Generalitat como los Cupones Industria 4.0, a la que ya se han sumado 85 empresas de Tarragona, o el DIH4CAT pueden ser un buen incentivo para que las pymes catalanas empiecen, de la mano de expertos, la transición hacia la Industria 4.0.

Estas ayudas van destinadas a financiar la realización de planes de transformación digital o pequeñas pruebas para validar si determinadas tecnologías pueden ser útiles para sus procesos o productos antes de invertir.
Pero la tecnología y los modelos de negocio no paran de evolucionar. En los próximos años, veremos cómo los gemelos digitales (réplicas digitales de elementos reales) que todavía están poco maduros se van consolidando.

En el reciente Industry 4.0 Congress celebrado en el marco de la Feria Advanced Factories en Barcelona, se debatió sobre el impacto de nuevos conceptos, como la inteligencia cognitiva, el manufacturing-as-a-service y el metaverso, en los procesos productivos. Se trata de avances que seguro  también estarán presentes a finales de mayo en la Hannover Messe, la feria por excelencia de la I4.0.

Y en esta visión de futuro, hay que tener muy presente que la Comisión Europea está promoviendo el concepto de Industria 5.0, su visión particular de hacia dónde debe ir la industria. La CE no quiere que la Industria 4.0 simplemente consista en hacer lo mismo que antes (producir tanto como podamos basándonos estrictamente en criterios de beneficios económicos) pero de una forma más eficiente.

El concepto de Industria 5.0 proporciona un enfoque diferente en el que la industria ponga al trabajador en el centro, sea mucho más sostenible y resiliente y s uponga una fuente de bienestar para la sociedad. En este sentido, tomarán mucha mayor relevancia aspectos relacionados con la sostenibilidad como el ecodiseño, la reutilización, la remanufactura, el reciclaje, la circularidad y el uso de materiales sostenibles.

También serán clave aspectos como la formación de los trabajadores y la adaptación de tecnologías como la robótica y la Inteligencia Artificial a los trabajadores, a fin de contribuir a empoderarlos y a mejorar sus condiciones laborales y bienestar.

Esta transición verde y digital viene acompañada de muchas oportunidades, pero para aprovecharlas es necesario que las empresas innoven de forma continua en sus procesos, productos y modelos de negocio.

Jordi Palmiola Creus, responsable de Industria 4.0 del centro tecnológico Eurecat.

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