La economía española cerró el 2021 con un crecimiento interanual del PIB del 5%, una variación que contrasta con la caída del 10,8% registrada el ejercicio anterior, marcado por la crisis de la Covid-19. Así lo indican los datos, de momento provisionales, publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según el INE, el impulso de la demanda nacional aportó 4,6 puntos de crecimiento el PIB, mientras que los 0,4 puntos restantes corresponden a la evolución de la demanda externa. A pesar de la aparición de la variante òmicron, la recuperación se aceleró durante el último cuarto del año, con una mejora del PIB del 2% respecto al tercer trimestre y un crecimiento del 5,2% respecto al año anterior.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB durante el cuarto trimestre fue de 3,6 puntos, más de un punto por sobre la aportación del tercer trimestre. Por otro lado, la demanda externa aportó 1,7 puntos al crecimiento, ocho décimas más que el trimestre anterior.
Dentro de la partida de la demanda nacional destaca la evolución de la formación bruta de capital, que se incrementó un 9,6% (8,3 puntos más que el tercer trimestre). Por otro lado, el gasto en consumo final de los hogares se incrementó un 2,4% en términos interanuales (tres décimas menos que el tercer trimestre), mientras que el gasto de las administraciones públicas creció un 1,3% (casi dos puntos menos).
En cuanto a la demanda externa, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 15,8% en términos interanuales durante el cuarto trimestre, un punto más que la tasa registrada entre julio y septiembre. Según el INE, este incremento se debe a un mayor volumen de exportaciones de servicios.
En cuanto a las importaciones, estas aumentan un 11,1% respecto al cuarto trimestre del 2020, una tasa 1,1 puntos inferiores a la del tercer trimestre. En este caso, la desaceleración responde a un menor crecimiento de las importaciones de bienes (del 10,4% al 9%) y de servicios (del 23,5% al 22,2%).
Por sectores, los servicios y la industria fueron los principales impulsores del PIB durante el cuarto trimestre, con variaciones interanuales del 7,5% y del 1,2%. Dentro del sector servicios destacan actividades como el comercio, transporte y hostelería (+19,4%), las actividades artísticas (+10,1%) y las actividades profesionales, científicas y técnicas (+7,5%). En la agricultura y la construcción, en cambio, la actividad durante el último trimestre del año cayó un 4,3% y un 5%, respectivamente.
