Josep Gironès es un escritor que tiene algo que muchos han perdido: el sentido de la emoción ante la Naturaleza. Le gusta recorrer caminos y abrir sendas para excursiones donde antes hubo una vía de tren o un paso de pastoreo.
Ahora nos sorprende con Els camins ramaders de la Fatarella, magníficamente editado por Piolet, con mapas incluidos, que es un homenaje a los viejos pastores que conducían rebaños de ovejas y cabras desde su pueblo a otros vecinos, a través de senderos que hoy son un remanso de paz.
Fueron caminos recorridos por el ganado en busca de pastos o vías de agua, a veces en una trashumancia que les llevaba a alternar entre los valles pirenaicos y los del Ebro.
Si las caminatas estuvieran entre mis posibilidades, saldría armado con la guía de Gironès para recorrer viejas sendas, antiguas fuentes y añejos corrales, disfrutando del silencio elocuente de lo auténtico.