La sanidad pública está tensionada. Lleva años así. La pandemia complicó todavía más las cosas y los profesionales piden a la administración que responda. Que les tenga en cuenta. Que sea justa. Ahora las protestas del colectivo de enfermería y personal administrativo se centran en el III Acord del ICS, que regula las condiciones laborales del sistema de salud público catalán y que actualmente está en fase de preacuerdo después de dos años de negociación. Desde el sindicato CATAC-CTS denuncian que el acuerdo propone un aumento salarial «irrisorio». Aseguran que tampoco se ha abordado la exclusividad de los colectivos que no sean personal médico o los complementos de fines de semana y festivos. Alertan de que el colectivo de enfermería y auxiliares no ve reconocidas sus reivindicaciones en este preacuerdo.
Es el momento de sentarse de verdad, escucharles y atender sus demandas. Nuestro sistema sanitario depende de ello
Las protestas, ayer, recorrieron varios puntos de la provincia. Desde Tarragona a Miami Platja pasando por Reus, Salou o La Canonja, entre otros. Hay indignación y se respiran aires de huelga. De hecho, incluso se barajan ya algunas fechas para una posible manifestación a mediados de diciembre frente a la Conselleria de Salut. «Si tenemos más responsabilidad, debe compensarse con un incremento salarial», reivindica el colectivo de enfermería. Están cansados de aguantar y aseguran que ha llegado el momento de decir «basta». De tensar todavía más la cuerda para conseguir que se les escuche. Tenemos la suerte de que hay grandísimos profesionales con una enorme calidad humana que consiguen que la atención sea excelente a pesar de la situación. Y también es cierto que el sistema no funciona como debería. Larguísimas listas de espera para especialistas, dificultad para encontrar cita en enfermería o en médicos de cabecera. Quizás sea hora de sentarse de verdad, escucharles y atender sus demandas. Nuestro sistema sanitario depende de ello.
