El viejo debate de la independencia, menos bullicioso ahora en Catalunya, es actualidad en Italia, Escocia y Texas.
En Italia lo plantea la Liga, que forma parte del gobierno de Meloni. Quiere cambiar la Constitución y abrir el melón como en 1996, cuando la Liga Norte sometió a referéndum la independencia de Padania (valle del Po). Votaron cinco millones, la aprobaron con un 97% de votos, pero ningún país la reconoció.
En Escocia el Supremo del Reino Unido ha vetado otro referéndum si no lo consiente el gobierno de Londres, como ocurrió con Cameron en 2014. Y ahora no lo consiente.
En Texas el Partido Republicano pide al Congreso americano recién renovado autorizar un referéndum de independencia, pero Washington no está por la labor.
