La burbuja se infla

Las redes sociales están llenas de optimistas: personas que recurren a grupos de Facebook para ver si alguien les recomienda una vivienda asequible. «Me acabo de mudar a este municipio y busco un alquiler de entre 500 y 550 euros al mes». Los usuarios enseguida les dan una bofetada de realidad: «Aquí por es precio, nada de nada. Pero suerte».

Encontrar un piso acorde con el salario es casi un privilegio. Da igual que sea en alquiler o en propiedad. Un informe de Grupo Tecnitasa señala que el metro cuadrado en la plaza Imperial Tarraco y el entorno de la Rambla Nova de Tarragona cuesta 2.750 euros. Un dineral si se compara con los 571 euros en el barrio de Torreforta, pero una minucia respecto a los 16.000 del Paseo de Recoletos de Madrid o los 10.000 del Passeig de Gràcia de Barcelona. La burbuja se infla.