En la mesa negociada entre el PSOE y ERC se sentarán los dos gobiernos, es decir cuatro partidos. No todos llegan con el mismo ánimo. El PSOE ha hecho de la necesidad virtud; Podemos ha sido facilitador; ERC la quería (por ello pagó el precio de apoyar a Sánchez), y JxCat llega a rastras, para que no se diga que tanto pedir diálogo, ahora no lo acepta.
La tentación de alguno la adivino en el artículo de ayer de Miquel Roca, quien ha sido una figura de la Transición y primeros veinte años democráticos; ahora lleva otros veinte desaprovechado para la política.
Denuncia a quien «reclama diálogo con la finalidad de cargar a otro la imposibilidad de hacerlo», y a quien «denuncia limitaciones para argumentar su inutilidad». Adivinanza: ¿A quién se refiere?