Reveladora y sorprendente homilía

En los últimos tiempos observamos un ataque desmedido contra la Iglesia católica, sus símbolos y ritos por una parte de la sociedad, mostrando un odio sin sentido ni justificación

26 julio 2021 09:38 | Actualizado a 26 julio 2021 09:55
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En la celebración Eucarística dominical a la que asistí en una de las parroquias de la ciudad, que no revelaré, quedé gratamente sorprendido por la ecuánime homilía que pronunció el presbítero oficiante. El Evangelio trataba del reencuentro de los apóstoles con Jesús al regreso de la misión que les había encomendado de predicar el evangelio, y la necesidad de descansar.

Al margen del hilo conductor que invita el texto bíblico y el mensaje que transmitió, habló de la relación personal con Jesús y de la Fe que nos proporciona esa conexión interna, personal y directa con el Santísimo Sacramento. Ese íntimo nexo espiritual a través del Espíritu Santo que nos une con el Altísimo. Parecería que esta reflexión excluye a intermediarios para comunicarnos con Jesús, pero en realidad no hace falta ser exégeta para entender que la iglesia emana de la propia esencia de Jesús desde el relato del Evangelio según Sam Mateo cuando el propio Mesías dirigiéndose a Simón Pedro dice «tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia…», es así que no cabe Jesús sin su Iglesia.

Ciertamente que los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y la Iglesia en general ayudan a nuestra Fe, pero en ocasiones molestan, desvirtúan el mensaje evangélico, crean dudas o desengaños que afectan a nuestras creencias, pero también sin duda infinidad de sacerdotes, religiosas o misioneros ejercen un ministerio como auténticos santos, pero siempre hay que aceptar que algunos no asumen su responsabilidad ministerial faltando a la coherencia de la doctrina que predican.

El ser humano es proclive a la crítica cuando no al escarnio, sin considerar que toda misión que ejerza una influencia determinante sobre las personas conlleva una altísima responsabilidad

El ser humano es muy proclive a la crítica cuando no al escarnio, sin considerar que toda misión o acción profesional que ejerza una influencia determinante sobre las personas conlleva una altísima responsabilidad, y en ese contexto podríamos señalar a jueces, médicos, maestros y sacerdotes, de ahí su enorme responsabilidad ante cualquier desliz, error o delito. Y es en ese juicio que concedemos la carga total a los empleos señalados sin especular que detrás de cada magisterio está la persona desnuda, el individuo con sus valores y sus miserias.

En los últimos tiempos observamos un ataque desmedido contra la Iglesia católica, sus símbolos y ritos por una parte de la sociedad, mostrando un odio sin sentido ni justificación. La Fe es algo que siempre puede buscarse si no nos ha sido dada, pero la reflexión del sacerdote en su homilía nos ayuda a aceptar la coexistencia de una firme creencia en Jesús al margen del comportamiento inadecuado de algunos hombres y mujeres de la Iglesia que puedan influir negativamente en nuestra Fe.

En los últimos tiempos observamos un ataque desmedido contra la Iglesia católica, sus símbolos y ritos por una parte de la sociedad, mostrando un odio sin sentido ni justificación

La religión no está de moda y eso es bueno porque efectivamente no es una moda. Si analizamos cualquier religión nos encontramos que todas poseen una liturgia, concepto sobre el bien y el mal o el ideario que las mueve en el mundo, y todo ese vínculo se refleja en una realidad social colectiva allá donde esté implantada, y por tanto genera una connotación política y pública de alcance universal, de forma que como tal no puede desligarse empíricamente de la vida social, sintetizándola, en muchos aspectos, como sujeto de las acciones sociales, en función de la moral colectiva. 
 

Luis Álvarez de Vilallonga es el expresidente del Rotary de TGN

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