Totes les cartes del dia

19 mayo 2017 22:03 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:26
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La empresa cristiana

El cristiano no puede limitar su fe a la vida privada pues nuestro deber apostólico nos llama a dar el mejor ejemplo en todos los ámbitos de la sociedad siendo así buenos padres de familia, buenos trabajadores y buenos empresarios.

Para un católico la empresa no es un medio para enriquecerse, sino un proyecto donde el empresario y el asalariado trabajan juntos en pos del bien común. Es importante recordar que tras el personal muchas veces se encuentran familias que necesitan ser mantenidas y es de muy mal obrar jugar con las circunstancias del momento para imponer sueldos bajos.

Por ello la Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que los sueldos tienen que ir ligados a las ganancias netas de la empresa asegurando un salario base que permita subsistir y mediante porcentuales sobre las ganancias animar al trabajador a implicarse y prosperar junto al empresario, porque a fin de cuentas el Bien Común predicado por la Iglesia Católica se basa en la justa distribución de la riqueza entre toda la sociedad.

Gerard Nicolás Pastor Maggio

(Círculo Carlista de Tortosa)

El suicidio pasivo

Si existe un tema tabú en la sociedad occidental, ese tema es, sin duda alguna, el suicidio.

El suicidio es la primera causa de muerte no natural en la mayoría de países de Occidente.

Años atrás se podía acceder a través de los INE a las cifras de muertes, clasificadas por tipos: muerte natural, accidental, cáncer, suicidio, etc.

Al cronificarse la crisis se dispararon alarmantemente las muertes por suicidio, bajo las directrices de la Unión Europea en el año 2008 se decidió dejar de hacer públicos los datos de fallecimientos por suicidio, podemos acceder al portal web del Instituto Nacional de Estadística y ver los datos en retrospectiva.

Podremos comprobar que desde el año 2007 hacia atrás se contabilizan las muertes voluntarias en su apartado correspondiente, suicidios y que a partir del año 2008 la sección suicidios simplemente desaparece, escondiéndose esas muertes entre las muertes por accidente y las naturales.

Hemos de tener en cuenta que solo se certifica una muerte por suicidio si no hay ningún tipo de duda, por lo que los suicidios encubiertos, o sea los de las personas que se suicidan lanzándose al vacío, estrellándose con su vehículo, etc., si se duda entre si son suicidios o accidentes se contabilizaban como accidentes, así que realmente las muertes por este caso son muy superiores a las reales.

Un aplauso y mi reconocimiento sincero a las asociaciones como la Associació Catalana per a la Prevenció del Suïcidi (ACPS), por un trabajo bien hecho, por informar, porqué sin información no podemos detectar si un conocido, amigo, familiar... está en riesgo de atentar contra su propia vida y si no lo detectamos no podemos ayudar a evitarlo.

Por otra parte, hay los cada vez más numerosos Suicidios Pasivos, personas sumidas en grandes depresiones, trastornos de personalidad, ansiedad, trastornos de conducta, abuso de substancias, etc., que dejan de hacer las cosas básicas para mantenerse con vida, se abandonan, desatienden las necesidades de su salud física y mental y acaban con grandes enfermedades crónicas que minan su salud y les provocan la muerte.

Sirva este artículo para dar un toque de atención sobre este gran problema.

Que se hable de él, que se ponga remedio.

También quiero decir que para mí personalmente el suicidio no deja de ser una opción totalmente válida pero nunca, nunca jamás es la única opción.

Pere Puig Ribas

(Reus)

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