Unas cuentas relevantes para Tarragona

La noticia de la semana ha sido el acuerdo entre ERC y PSC para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2023. En el ámbito político, el pacto tiene muchas lecturas. La alianza rompe la política de bloques que se había instalado en Catalunya en los últimos diez años, con episodios convulsos como el 1 de octubre de 2017, y puede marcar el inicio del «posprocés». Además, tiene relevancia más allá del gobierno autonómico. Primero porque afianza las buenas relaciones entre ambas fuerzas en Madrid. Y segundo, porque los pactos municipales tras las elecciones del 28 de mayo ganarán en combinaciones, por ejemplo, en Reus.

En lo económico, el acuerdo Aragonès-Illa es importante, por dos razones. La primera, porque permitirá tener presupuestos, algo siempre clave. Sin ellos, la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania, la inflación y la subida de los tipos de interés sería mayor. La segunda, porque se trata de unas cuentas expansivas: alcanzarán la cifra récord de 41.000 millones, y atenderán algunas de las necesidades más claras, como las relacionadas con el gasto sanitario, que han provocado las protestas del colectivo hace apenas diez días.

En clave tarraconense, los presupuestos también tienen su trascendencia. Aunque la diputada de ERC Raquel Sans asegura que las cuentas «van mucho más allá del Hard Rock» y que «solo se seguirá la tramitación administrativa» del complejo de ocio, el proyecto del Centre Recreatiu i Turístic (CRT) de Salou y Vila-seca sale reforzado, ya veremos si desencallado definitivamente. Pero hay otras partidas tanto o más destacadas para el Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre. En materia de movilidad, el documento señala que cuando se disponga del proyecto constructivo de la primera fase del tranvía (TramCamp) entre Cambrils y Vila-seca se licitarán las obras, con una dotación de 120 millones de euros.

En materia sanitaria, los presupuestos prevén la ampliación del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (18,9 millones de euros); la del Joan XXIII (10,4); la del CAP La Granja de Tarragona (5,2); 4,7 millones para diversas líneas asistenciales del Hospital Sant Joan, o 4,2 para el desdoblamiento del CAP Sant Pere de Reus.

En materia educativa, las cuentas representan un impulso al futuro Institut l’Arrabassada de Tarragona, y aportan 4,7 millones para los institutos Pere Martell y Cal·lípoli y 4,6 para el de Roda de Berà. Y en materia medioambiental, figuran 6,8 millones para la canalización del Barranc de Barenys o 6 millones para la protección del Delta de l’Ebre.

Impulso a las renovables

Los presupuestos de la Generalitat destinarán 180 millones de euros para acelerar el despliegue de las instalaciones de renovables, con un aumento del 50% respecto a 2022. La medida tiene su impacto en el polo petroquímico de Tarragona, que se enfrenta hoy a su principal reto tras su implantación en los polígonos norte y sur, hace más de cincuenta años: la descarbonización. Veremos qué tipo de instalaciones se autorizan, dónde, y si regresan las protestas. Pero para llegar a la neutralidad de carbono en 2050, el sector petroquímico necesita energía verde en cantidad y a un precio asumible. Hoy informamos en la sección de Ebre que la empresa Naturgy ultima la puesta en marcha de dos nuevos parques eólicos en la Terra Alta, que suman 50 MW de potencia instalada, y que tiene otro proyecto en desarrollo, entre Batea y Villalba dels Arcs, de 30 MW. Se trata de un punto de inflexión tras una década casi perdida en materia de renovables en Catalunya. Pero el problema de las renovables no se arreglará solo con voluntad política y dinero. Para recuperar el tiempo perdido y afrontar las peticiones de renovables que vendrán, se necesitarán recursos humanos, menos burocracia y más flexibilidad.

Descarbonización de la industria

Otro anuncio estratégico de esta semana es el futuro Centre Català de Tecnologia i Innovació per a la Descarbonització Industrial, que se instalará en Tarragona y está dotado con cinco millones de euros en las cuentas del Govern. El centro se diseñará en colaboración con el sector privado. La Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) ha recibido el encargo de diseñarlo y, según su presidente, Ignasi Cañagueral, debe jugar un papel clave en la transición hacia la electrificación con tecnologías puente mientras la generación de hidrógeno verde no sea una realidad.

C-32 gratuita en el día

Los principales agentes políticos, económicos y ciudadanos del Garraf y el Baix Penedès protagonizarán hoy una marcha lenta para exigir la bonificación total del peaje de la autopista C-32 para la llamada movilidad obligada, es decir, los viajes de ida y vuelta que se realicen en 24 horas. La convocatoria se daba a conocer el mismo día que la Generalitat anunciaba que, a partir del 2 de marzo, la C-32 pasará a ser gratuita en los recorridos internos entre Cubelles y el Vendrell y que la bonificación en el peaje de Vallcarca de Sitges sube del 40 al 50%.

Se trata, sin duda, de una reivindicación legítima y lógica, sobre todo, teniendo en cuenta el precio de esta autopista (25 euros ida y vuelta a Barcelona desde Calafell o El Vendrell) y que los vecinos de la zona llevan 31 años pagando. Y que la alternativa desde algunos municipios, si no quieres retroceder hacia la AP-7, son las curvas del Garraf. De hecho, la gratuidad ayudaría también a reducir el aumento del tráfico registrado en la AP-7 desde la supresión de losúltimos peajes, en septiembre del 2021.

Retos pendientes de movilidad

Pero más allá de la justa reivindicación, en un contexto de cambio climático como el actual, deben empezar a darse pasos significativos en materia de movilidad. Pasos que no llegan. Seguimos teniendo un servicio deficiente de ferrocarril, lo que hace que el tren no acabe de aparecer como la gran alternativa que debería. Y qué decir de las mercancías. Continuamos pagando las consecuencias de haber apostado por el transporte en camión y no en tren. Gran parte del colapso de la AP-7 está relacionado con el elevado volumen de trailers que circulan a diario hasta la frontera frontera francesa y viceversa. De ahí la necesidad del Corredor Mediterrani para mercancías cuanto antes.

En materia sanitaria, los presupuestos prevén la ampliación del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (18,9 millones de euros); la del Joan XXIII (10,4); la del CAP La Granja de Tarragona (5,2); 4,7 millones para diversas líneas asistenciales del Hospital Sant Joan, o 4,2 para el desdoblamiento del CAP Sant Pere de Reus.

En materia educativa, las cuentas representan un impulso al futuro Institut l’Arrabassada de Tarragona, y aportan 4,7 millones para los institutos Pere Martell y Cal·lípoli y 4,6 para el de Roda de Berà. Y en materia medioambiental, figuran 6,8 millones para la canalización del Barranc de Barenys o 6 millones para la protección del Delta de l’Ebre.

Impulso a las renovables

Los presupuestos de la Generalitat destinarán 180 millones de euros para acelerar el despliegue de las instalaciones de renovables, con un aumento del 50% respecto a 2022. La medida tiene su impacto en el polo petroquímico de Tarragona, que se enfrenta hoy a su principal reto tras su implantación en los polígonos norte y sur, hace más de cincuenta años: la descarbonización. Veremos qué tipo de instalaciones se autorizan, dónde, y si regresan las protestas. Pero para llegar a la neutralidad de carbono en 2050, el sector petroquímico necesita energía verde en cantidad y a un precio asumible. Hoy informamos en la sección de Ebre que la empresa Naturgy ultima la puesta en marcha de dos nuevos parques eólicos en la Terra Alta, que suman 50 MW de potencia instalada, y que tiene otro proyecto en desarrollo, entre Batea y Villalba dels Arcs, de 30 MW. Se trata de un punto de inflexión tras una década casi perdida en materia de renovables en Catalunya. Pero el problema de las renovables no se arreglará solo con voluntad política y dinero. Para recuperar el tiempo perdido y afrontar las peticiones de renovables que vendrán, se necesitarán recursos humanos, menos burocracia y más flexibilidad.

Descarbonización de la industria

Otro anuncio estratégico de esta semana es el futuro Centre Català de Tecnologia i Innovació per a la Descarbonització Industrial, que se instalará en Tarragona y está dotado con cinco millones de euros en las cuentas del Govern. El centro se diseñará en colaboración con el sector privado. La Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) ha recibido el encargo de diseñarlo y, según su presidente, Ignasi Cañagueral, debe jugar un papel clave en la transición hacia la electrificación con tecnologías puente mientras la generación de hidrógeno verde no sea una realidad.

C-32 gratuita en el día

Los principales agentes políticos, económicos y ciudadanos del Garraf y el Baix Penedès protagonizarán hoy una marcha lenta para exigir la bonificación total del peaje de la autopista C-32 para la llamada movilidad obligada, es decir, los viajes de ida y vuelta que se realicen en 24 horas. La convocatoria se daba a conocer el mismo día que la Generalitat anunciaba que, a partir del 2 de marzo, la C-32 pasará a ser gratuita en los recorridos internos entre Cubelles y el Vendrell y que la bonificación en el peaje de Vallcarca de Sitges sube del 40 al 50%.

Se trata, sin duda, de una reivindicación legítima y lógica, sobre todo, teniendo en cuenta el precio de esta autopista (25 euros ida y vuelta a Barcelona desde Calafell o El Vendrell) y que los vecinos de la zona llevan 31 años pagando. Y que la alternativa desde algunos municipios, si no quieres retroceder hacia la AP-7, son las curvas del Garraf. De hecho, la gratuidad ayudaría también a reducir el aumento del tráfico registrado en la AP-7 desde la supresión de losúltimos peajes, en septiembre del 2021.

Retos pendientes de movilidad

Pero más allá de la justa reivindicación, en un contexto de cambio climático como el actual, deben empezar a darse pasos significativos en materia de movilidad. Pasos que no llegan. Seguimos teniendo un servicio deficiente de ferrocarril, lo que hace que el tren no acabe de aparecer como la gran alternativa que debería. Y qué decir de las mercancías. Continuamos pagando las consecuencias de haber apostado por el transporte en camión y no en tren. Gran parte del colapso de la AP-7 está relacionado con el elevado volumen de trailers que circulan a diario hasta la frontera frontera francesa y viceversa. De ahí la necesidad del Corredor Mediterrani para mercancías cuanto antes.