CAP Llibertat de Reus: «Hay 7.500 pacientes a repartir. Faltan médicos»

El personal llega «al límite» por las bajas sin cubrir, que generan «agendas infinitas y angustia». Los sanitarios avisan de que «esto nos supera a todos» y «no vemos la luz al final del túnel»

28 febrero 2023 19:44 | Actualizado a 28 febrero 2023 19:56
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«Queremos hacer saber a los pacientes que, con los medios que tenemos, hacemos todo lo que podemos. Pero hemos llegado a un punto en que quizá ya no podemos». Son palabras del doctor Josep Maria Roca, uno de los miembros del equipo del CAP Llibertat que hoy se concentraron a las puertas del centro para denunciar que «deberíamos ser 13 médicos, pero nos faltan cinco que no se han cubierto», con lo que «hay unos 7.500 pacientes que se tienen que repartir entre el resto, con agendas de más de 60 y sin límites».

«Esto nos supera a todos», añadió Roca, que precisó que «la situación es muy crítica» y lamentó que «nos vemos volviendo a casa con la angustia de no haberle podido dedicar a un enfermo tanto tiempo como deberíamos».

El doctor contó que «hace meses que hicimos una carta exponiéndolo todo al Departament de Salut y a la Direcció d’Atenció Primària del ICS, y la respuesta que nos dieron fue que no sabíamos organizarnos». «Me consta que es una respuesta que a día de hoy mantienen firme», detalló, y dijo que «no hace falta saber mucho para ver que, si en una plantilla de 13 faltan cinco, por mucha organización que haya...».

Además de estos 7.500 pacientes a repartir, cada médico se hace cargo, como siempre, de su cupo de alrededor de 1.500. «La clase médica ha demostrado que cuando ha tenido que arrimar el hombro lo ha hecho. No nos asusta el trabajo y sabemos lo que son los picos. Pero ya llevamos un tiempo en que no se vuelve a la normalidad ni vemos la luz al final del túnel», expresó el doctor.

A esa escasez de personal se suman «las vacaciones, las horas sindicales...» y cualquier cuestión sobrevenida. La plantilla está tan tensionada que «hay dos bajas de dos personas que no han aguantado más, todo esto les ha sobrepasado», explicó Roca, que contó que «uno llega a trabajar con angustia, sin saber lo que se encontrará, y empieza el día con una agenda que no sabe cuánto durará».

Enfermería también lo sufre

El CAP Llibertat gestiona también el consultorio de Castellvell y el del barrio Gaudí, además de la pediatría del Reus 4, cosa que «le añade complicación». Y, pese a todo, «somos de los equipos de Catalunya con unos estándares de calidad más altos», recordó Roca. Pero «muy a nuestro pesar, la dificultad está llegando a un límite» y eso repercutirá tal vez «primero en las listas de espera», concretó, e indicó que «pacientes que antes veíamos directamente, ahora pasan por enfermería».

Por su parte, la enfermera Judit Borrull confirmó que «nos encontramos en una época de gran incertidumbre y eso, sumado a la falta de facultativos, nos sobrecarga». Y es que «a muchos pacientes los ve enfermería porque no se puede agendar con ningún facultativo». «Mantenemos las visitas en detrimento del personal», valoró. Y en cuanto a los administrativos, han empezado a asumir tareas adicionales como el control de las pautas del Sintrom. Es una cadena.

El secretario general de USITAC, Josep Tutusaus, reclamó que «quienes están en los despachos bajen a las áreas básicas a ver las carencias». En la fachada del CAP hay colgadas pancartas reivindicativas.

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