Crecen los usuarios del bus urbano de Reus

Las tarjetas multiviaje tienen un descuento del 50% gracias a la ayuda estatal con el fin de potenciar el transporte público

22 octubre 2023 19:34 | Actualizado a 23 octubre 2023 07:00
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El uso del bus urbano de Reus se ha disparado en el último año, con un incremento de los pasajeros en un 25,96%. Coincide con la rebaja del precio de todas las tarjetas multiviaje de Reus Transport. Una medida promovida desde el gobierno central con el fin de incentivar el uso del transporte público y que viene aplicándose desde el último trimestre del año pasado.

Los primeros descuentos fueron entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de 2022, con un abaratamiento de los abonos de un 30%. Mientras que a partir del 1 de enero de este 2023 y, de momento, hasta el 31 de diciembre, la rebaja es del 50%. Así pues, tarjetas como la T-10 (que permite realizar 10 viajes en un periodo máximo de tres meses) ha pasado de valer 8 euros a, actualmente, 4; o la T-Mes (viajes ilimitados durante un mes) ahora cuesta 15 € y antes eran 30.

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Según las cifras que maneja Reus Transport, entre enero y agosto de este año se contabilizaron 354.700 viajeros más que en el mismo periodo de 2022 (antes de la rebaja de los abonos), pasando de 1,3 millones de pasajeros el año pasado a 1,7 de los primeros ocho meses de 2023. El incremento se ha notado especialmente en el uso de las tarjetas multiviaje, con un crecimiento del 31,5% en el último año. De hecho, la bonificación de los precios no se aplica al billete sencillo. Y es que la finalidad de la rebaja es potenciar el uso regular del transporte público y no el ocasional. También el uso de las tarjetas ATM (bus interurbano) ha crecido, según las mismas fuentes municipales. En este caso, los abonos han incrementado en más de un 45%.

Los propios usuarios también han notado un aumento del uso del autobús urbano. «Siempre va lleno, según el día vamos como sardinas», explica Dolores desde una parada de la plaza del Nen de les Oques. Vive en el barrio Montserrat y, usualmente, utiliza la línea L10 para desplazarse por la ciudad aunque, en esta ocasión, espera la L20 para ir a La Fira.

Tiene más de 65 años y, por lo tanto, dispone de Targeta Daurada y no paga el bus. Pero ve con buenos ojos que se apliquen rebajas, aunque se queja de la falta de puntualidad, algo que cree que puede afectar en el uso del bus. «Al final, yo no tengo prisa», admite Dolores, pero ejemplifica: «Desde el barrio Montserrat, muchos niños van al colegio en autobús. Tienen que cogerlo pronto para asegurarse que llegan a clase».

En la misma parada de la plaza del Nen de les Oques hay también Sonia, vecina del barrio Pelayo y titular de una tarjeta multiviaje. No tiene carné de coche «y necesito el bus para moverme por la ciudad». Aplaude la rebaja del precio de los abonos, destacando el momento de crisis actual. También ha notado que hay más usuarios, mientras que sobre los retrasos de los buses «eso es de siempre». No obstante, «ya he aprendido a gestionarlo» y sabe a qué hora coger el autobús para poder llegar puntual.

Sacando el coche del centro

La reducción del precio de los abonos a través de ayuda estatal es una medida más para intentar reducir el uso del vehículo privado e incentivar una movilidad más sostenible. En esta misma línea, Reus también apuesta por la pacificación y peatonalización de calles. El ejemplo más reciente es el arrabal de Santa Anna. Pero también hay la previsión de transformar la calle Ample y toda la zona de la plaza del Pintor Fortuny.

De hecho, la ciudad, como que supera los 50.000 habitantes, se ve obligada a implantar una zona de bajas emisiones, es decir, un área urbana donde no puedan acceder los vehículos más contaminantes. El despliegue de carriles bici, y próximamente el servicio público de bici compartida (la Ganxeta), van en esta direcció. También los incentivos para usar el transporte público, ya sea con las rebajas sobre los abonos o el nuevo servicio de bus a demana ‘Bus X Tu’, que refuerza el transporte público en cinco zonas: Passeig Nord y Mineta, El Pinar, Sant Joan, cementerio y barrio Gaudí y, a partir de este otoño, podría ampliarse en la zona sur.

Una zona de bajas emisiones dividida en tres coronas

Reus, como ciudad de más de 50.000 habitantes, tendrá que contar con una zona de bajas emisiones. La Memoria del proyecto define que los límites de dicha área serán las grandes avenidas: Països Catalans, Comerç, Onze de Setembre, Marià Fortuny, President Macià y Sant Bernat Calvó. Representa el 40% de la trama urbana, pero las restricciones no serán uniformes, sino que habrá tres coronas con distintos grados de limitación: una zona de ultrabajas emisiones, ceñida al Tomb de Ravals; una de bajas emisiones, definida por las grandes avenidas y donde se permitiría el tráfico de coches con etiqueta, con excepciones; y una tercera zona ampliable con el tiempo.

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