«Llevo 14 días sin poder contactar con nadie en Gaza. Solo he recibido un mensaje de un hermano, que tampoco ha podido hablar con la familia porque no hay conexión dentro del país. La situación es terrible, catastrófica». Quien así habla es D. Fawaz, palestino gazatí de 28 años. Nacido en Arabia Saudí, pasó su infancia y adolescencia en Gaza, hasta los 17 años. Médico de profesión, fue a estudiar a Cuba y finalmente la especialidad lo llevó hasta Reus, ciudad en la que reside desde hace tres años y donde trabaja, en un CAP.
«Israel está bombardeando toda la Franja de Gaza, de norte a sur. No hay ningún lugar seguro», relata este profesional, que tiene a su familia y a sus amigos allí. «Nosotros vivíamos en el centro de Gaza, que pertenece al norte, pero la abandonaron cuando Israel dio la orden de evacuar la zona hacia el sur. Entonces se marcharon todos, pensando que sería seguro, pero no es así. Allí también hay ataques, son sobre todo el territorio, sobre edificios civiles, desde el primer día de la guerra. Es un genocidio contra los civiles, contra los médicos, contra los periodistas. Algunos de mis familiares y amigos han muerto estando en el sur».
La última escalada de violencia se inició el sábado 7 de octubre de 2023 cuando la organización terrorista Hamás lanzó una ofensiva sin precedentes desde Gaza contra el sur de Israel. Como consecuencia del ataque murieron unos 1.200 israelíes, de los que 700 eran civiles. Otras 240 personas fueron secuestradas, de las que un centenar fueron liberadas durante la tregua de siete días de noviembre a cambio de cientos de presos palestinos.
La respuesta israelí no se hizo esperar. El mismo sábado empezó a bombardear la franja, en lo que llamó la operación Espadas de Hierro. Hasta el momento, la contraofensiva deja 25.000 muertos, entre ellos miles de niños. Además, más de un centenar de personas continúan retenidas y se desconoce si siguen vivas.
«Llevo 14 días sin poder contactar con nadie en Gaza. No hay cobertura en el país. La situación es terrible, catastrófica»
Violencia contra violencia
Tras el ataque de Hamás, ¿qué pensó que ocurriría? «Pensaba que habría una escalada de violencia, como siempre, porque esto no viene del 7 de octubre», responde Fawaz, quien añade que «viví en Gaza hasta los 17 años y he visto días que nadie ha visto fuera de allí. Estamos acostumbrados a las agresiones, de tanto que nos invaden y nos atacan. Esto era lo esperable, pero no de esta forma porque nunca han actuado de esta manera, siempre eran pocos días y contra determinados puntos, pero esta vez es un genocidio. Estamos perdiendo al pueblo. Creo que tienen intención de acabar con Gaza y enviar a la población hacia un destino incierto».
Denuncia por genocidio
Justamente, Sudáfrica denunció, a finales de diciembre pasado, a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la Haya, por genocidio en la Franja de Gaza. Según la documentación presentada por Sudáfrica, se acusa a Israel de mantener un «patrón de conducta genocida» en la Franja de Gaza con «asesinatos en masa», «desplazamientos forzados» y «daño físico o mental grave» de los civiles palestinos. «Estamos muy agradecidos a Sudáfrica, por supuesto. Es una buena iniciativa y esperemos que se incorporen más», sostiene Fawaz, al tiempo que se pregunta, «¿pero quién va a votar a favor?», respuesta que tardará en materializarse.
Mientras, los acontecimientos se suceden y Fawaz habla de una segunda Nakba, el desalojo obligatorio palestino de 1948. «Está pasando de nuevo. Aunque realmente es la tercera, puesto que desde 1948 hasta 1967 Israel ha ido ocupando territorios».
«Estamos muy agradecidos a Sudáfrica y esperemos que se incorporen más países»
D. Fawaz vivió hasta los 17 años en Gaza. De aquellos días recuerda que iba de un lugar para otro. «Fue una época de ver muertos en la calle. En una ocasión fui herido. Bombardearon mi casa y a mi padre, que era profesor, lo mataron. Era 2011. Fue uno de los ataques aleatorios de Israel. Todo lo hacen así, al azar, no les importa dónde caiga. Esto es una ocupación, que se puede definir de muchas maneras, pero es una limpieza étnica que llevan perpetrando desde hace 75 años. No es una noticia del 7 de octubre».
Fawaz revela que durante los primeros treinta días de ataque israelí cayó en depresión. Sin embargo, apunta que «he intentado salir adelante y volver a trabajar porque siento que mi responsabilidad es mayor ahora. Somos una familia de médicos de clase media. Tenían buenos puestos de trabajo, buenas casas y coches y ahora no tienen absolutamente nada. Tengo que intentar hacer algo por ellos porque lo han perdido todo», concluye.
